Siempre hay un hueco para ver preparaciones de auténtica locura. Si hace poco veíamos a una BMW R 18 rompe cuellos de 91 CV inspirada en la aviación alemana de los años '30, hoy vemos su homóloga pero con un estilo radicalmente diferente... Y seguramente la que sea una de las custom más personalizadas de la historia del motor.
Hoy la protagonista es una BMW R 18 B que poco tiene de original. Obra del especialista Fred Kodlin y su hijo Len, destaca por ser una custom radical que la propia marca alemana encargó a los preparadores para exponerla en la Daytona Bike Week.
Preparada por orden de BMW Motorrad para la Daytona Bike Week
La Daytona Bike Week es uno de los eventos de motos anuales con mucha historia (se lleva haciendo desde 1937) y más importantes que acoge cada año a cerca de 500.000 personas para un evento que dura la friolera de 10 días. Carreras, conciertos, fiesta y festival a pie de calle no faltan, y por supuesto, exhibiciones.
A ella acuden importantes marcas y personalidades. Entre ellas BMW Motorrad. Los alemanes no se han querido perder la edición de 2023 y por eso han hecho un encargo especial: una BMW R 18 B modificada al preparador alemán Kodlin Motorcycles... El trabajo que se ha marcado ha dejado irreconocible a la moto original.
La R 18 B es una de las motos más utilizadas en preparaciones por sus prestaciones y versatilidad técnica a la hora de modificar la máquina. Así que Fred Kodlin ha sido el elegido para elaborar semejante encargo. No es un paisano cualquier: es el primer ciudadano no estadounidense en ser incluido en el Salón de la Fama de Sturgis, y gracias a las motos y sus preparaciones.
Seguramente sea una de las R 18 más bestias que hemos visto nunca. Está planchada hasta el suelo, incluso las maletas están a un par de centímetros del suelo. Sistema de suspensión neumática, guardabarros ampliatio, maletas reforzadas en fibra de vidrio, rueda trasera de 21 pulgadas... No le falta un solo detalle.
La pintura es uno de los puntos fuertes de esta moto. Ha sido pintada a mano por un tatuador, Marcel Sinnwell. La base turquesa se completa con espirales en rojo fuego, haciendo un contraste que es puro arte. El grabado está hecho a mano, en honor al 100 aniversario de BMW.
Parece que lo único que han mantenido original, junto con el chasis, es el motor motor bóxer de dos cilindros y 1.8 litros que da 91 CV de potencia y 158 Nm de par. Viene incluso equipada a la última, con una moderna pantalla TFT a todo color. Probablemente sea una de las rompe cuellos más bestias que pasen por Florida estos días.