Las modificaciones en las motos están a la orden del día. Quien más y quien menos, lleva o ha llevado alguna de ellas en su montura para darle un toque exclusivo o directamente, ser el punto diferencial entre los compañeros de ruta. Sin embargo lo que nos ofrece hoy Velocity Moto va un paso más allá.
Se trata de un kit estético que cambia completamente el aspecto de la Yamaha XSR700 y lo asemeja al modelo ochentero de la marca de los diapasones, la Yamaha RD350 YPVS. Para ello no duda en incorporar modificaciones estéticas que afectan a su quilla, cúpula y colín o la incorporación de una exclusiva pintura.
Tecnología actual con un diseño del pasado
Los kits estéticos se han convertido en uno de los negocios más queridos por los amantes de las dos ruedas. Y es que gracias a ellos, cada persona puede personalizar su montura de la forma que más le guste, desde convertirla en una moto de anime hasta regresar a modelos icónicos del pasado.
Esto mismo han conseguido los diseñadores de Velocity Moto (anteriormente Extreme Performance) al crear un nuevo body kit que imita el aspecto exterior de la Yamaha RD350 YPVS en la nueva Yamaha XSR700, teletransportándonos de un plumazo a los años ochenta.
Para crear este body kit Velocity Moto ha contado con LC de Surrey, siendo dirigidos por Hag Hughes (un amante y experto de este modelo clásico). De hecho, hace un par de años, esta misma combinación de trabajadores consiguieron crear un tributo a Kenny Roberts con una Yamaha XSR900 que se convirtió en el deseo de todos los usuarios.
Tal fue el éxito que tres años después han conseguido recrear un kit bastante parecido para el modelo de 700 cc, haciéndolo accesible a un público menos experto pero igual de motivado por llevar este tipo de recreaciones. Para fabricarlo, el equipo de trabajo despojó a una XSR700 de todas sus tapas hasta dejarla en el chasis. Una vez hecho esto, empezaron a moldearla agregándole los componentes necesarios pasa asemejarla a la RD350 YPVS.
Dentro de este kit se incluye por tanto un nuevo frontal con cúpula deportiva que nos recuerda mucho a la BMW R-Nine T Racer, una quilla nueva, tapas laterales o un asiento modificado para mejorar su espumilla junto a un tapizado exclusivo. El subchasis trasero también ha sido cambiado así como su guardabarros o todos los soportes.
El motor han sido una de las cosas que no han tocado. Donde si se han atrevido a meterle mano ha sido a su ECU y a su tubo de escape. Éstos, junto a un equipo de suspensiones K-tech, se pueden encargar a parte eligiendo entre un Yoshiura o un Akaprovic.
La idea es que este kit se pueda acoplar a la moto rápidamente y sin problemas en la ITV. Eso si, para hacerte con ello deberás pagar una buena cantidad de dinero porque el kit por si solo ya cuesta 1.200 libras (unos 1.400 euros al cambio).
Si quieres que las tapas se pinten con los colores clásicos, deberás pagar 1.100 libras más (1.300 euros). Pero además, si el montaje quieres que lo realice el propio taller, tendrás que desembolsar otras 600 libras (700 euros). Una preparación no apta para todos los bolsillos pero de la que podrás disfrutar desde el día uno en el que la tengas.