Ver una moto que se salga de la tónica general es raro. La mayoría de ellas tienen carrocerías acabadas en plástico, así que ese puede ser un buen punto por el que empezar si uno quiere salirse de lo cotidiano. Como el de hoy, un scooter muy inspirador hecho en madera.
Su artista tomó la inspiración del famoso 'art decó', creando un scooter de los años '30 y visión futurista. Es tan peculiar que si se moja, se estropea. Y ahora su dueño lo ha puesto a la venta por el precio por el que te puedes comprar una divertida y polivalente Honda CBR650R.
Tiene las baterías de un Nissan Leaf, y recorre casi 200 kilómetros
Hay preparaciones únicas porque son irrepetibles, y esta es una de ellas. Salta a la vista que este scooter escapa de todo lo que conocemos como convencional, aunque un día lo fue. Y es que bajo su madera de caoba existe un peculiar Vectrix XV-1 de 2007.
Para aquellos que no lo conozcan, el Vectrix VX-1 fue un adelantado a los tiempos actuales, porque ahora las motos eléctricas están a la orden. En 2007 no, y este peculiar maxiscooter era capaz de recorrer poco más de 100 kilómetros con una sola carga gracias a la batería de 3,7 kWh y llegar a los 123 km/h; tiene una potencia nominal de 11 kW y una potencia punta de 30 kW (40 CV). En sus días, todo un prodigio.
En 2008, a las puertas de la Gran Recesión, la empresa sacó este producto a un prohibitivo precio de 11.000 dólares. Resultado: bancarrota en 2009, aunque algunos de estos scooter todavía sobreviven, lo que hace que la tarea de encontrar piezas de repuesto sea todo un desafío.
En 2019 un americano llamado Steve Patmont compró uno, y se metió de lleno en un proyecto bastante bizarro. Lo desnudó entero para hacer su propia máquina del futuro de madera. Hasta utilizó las baterías de un Nissan Leaf; 19 módulos, cada una con cuatro celdas, y cada una de ellas se recarga a 4,1 voltios. Ahora tiene 152 voltios y 6 kWh de potencia. Es capaz de llegar a los casi 200 km de autonomía.
Lo que más llama la atención es su aspecto físico, confeccionado artesanalmente centímetro a centímetro. Primero un cuerpo de fibra de vidrio, y encima de él, madera de caoba formada a mano. No faltan detalles como molduras de aluminio, estribos y un asiento de cuero hecho a mano. Y si quieres trabajar mecánicamente, se desmonta en dos partes.
Cuando Steve acabó su 'Sliver I Horsycle' la vendió por 10,250 dólares. Ahora su nuevo propietario ha recorrido poco más de 200 km con ella y la ha puesto a la venta en Facebook Marketplace. Solo busca sacarle 250 dólares de beneficio, vendiéndola por 10.500... Por ese precio, al cambio, te compras una CBR650R.