Para acabar con mi serie de momentos que no olvidaré de la prueba del Campeonato del Mundo de Superbikes celebrada en Portimao, que mejor que hacerlo con una extensa galería de todo lo que tuve la suerte de presenciar en los entrenamientos desde la línea de boxes. Como os podéis imaginar, sólo puede deciros que todo lo que allí se vive es sencillamente espectacular. Eso sí, entre la galería tendréis que buscar a las pocas paddock girls que pude ver por allí, y ahora os explicaré por qué.
Como os decía, pude ver los entrenamientos de Superbikes desde el mismísimo pit lane, a excepción de la Superpole, donde la tensión se puede cortar con un cuchillo. Así que desde el viernes muy tempranito ya se podían ver los nervios en los boxes de los que (todavía) están inmersos en la lucha por el título, es decir, los de Max Biaggi, Marco Melandri y Tom Sykes. No hace falta que os vuelva a repetir como acabó todo el domingo, pero curiosamente, donde se respiraba más tensión era en el box de Aprilia, donde desde el minuto uno reinaban las prisas y donde la presión se vivía con más intensidad. Mientras, los de BMW y Kawasaki parecían más tranquilitos, aunque el ritmo de trabajo era igualmente frenético y los nervios estaban ahí.
No os voy a descubrir nada nuevo, evidentemente, pero una vez más hay que hacer mención a los mecánicos y los equipos en general, porque es digna de ver la forma en la que trabajan estos chicos, ¡qué organización tan tremenda! Llega el piloto al box y cada uno sabe perfectamente cuál es su cometido, y allá va a llevarlo a cabo. Además, no verás ninguna herramienta en el suelo, ni ninguna mancha ni nada, todo perfectamente ordenado y limpio. Y esto no es todo, porque acaba el entrenamiento y es digno de ver como desmontan la moto íntegramente, aunque en un par de horas tengan que volver a salir.
Alucinante pues, poder ver tan de cerca los gestos y las caras de Carlos Checa, Biaggi, Melandri o Eugene Laverty por ejemplo. Igual pensáis que exagero, pero la verdad es que después de estar acostumbrado a ver esas imágenes a través de la pantalla, lo que sentí ahí abajo es algo muy especial y muy difícil de explicar ni con palabras ni a través de estas imágenes.
Y ahora me toca explicar el por qué de las poquitas fotos de paddock girls. Pues bien, la cuestión es que hasta el paraguas se les quedaba corto a las pobres mías ante la tremenda tromba de agua que cayó antes de la primera carrera. Así que el habitual paseo que se dan por el paddock quedó reducido en la mayoría de los casos a una carrerita desde el hospitality hasta el box. Puedo dar fe de que llovió a mares, y en apenas unos segundos yo mismo ya estaba como una auténtica sopa. Así pues, quedó muy deslucido el paddock en general y al asomar la cabecita se veía completamente desierto, aunque según avanzaba la jornada se iba animando.
Y hasta aquí, lo que ha dado de sí esta genial experiencia de Portimao. Ahora os dejo con este puñado de fotos que espero que dejen entrever, al menos mínimamente, todo lo que he podido disfrutar en tierras portuguesas. Por mi parte, he coleccionado unos cuantos recuerdos imborrables. Sin duda, un fin de semana de diez.
Fotos | Fausto Beneroso En Motorpasión Moto | Superbikes Portimao 2012: las divertidas ruedas de prensa