Hace poco el Pata Honda confirmó sus dos pilotos para la temporada 2014 de Superbikes. Y, aunque parezca, mentira, Ronald ten Kate ha logrado retener a sus dos figuras, Leon Haslam y Jonathan Rea. Puede que convencer a Leon Haslam no haya sido difícil después de su discreto papel en BMW a la sombra de Marco Melandri, pero a Jonathan Rea le llevan saliendo novias desde hace un par de temporadas.
Rea ha conseguido pese a correr con una moto notablemente inferior al resto mantenerse con cierta regularidad entre los primeros cinco pilotos, salvo esta temporada en la que se ha perdido varias carreras por fractura de fémur. No es sólo el único piloto capaz de dar la cara con la CBR 1000 RR sino que ha permanecido fiel a la marca y ha acudido a la llamada cuando el Repsol Honda lo necesitó. ¿Por qué se queda entonces en un proyecto acabado y sin opciones? Por la promesa de una nueva máquina, la Honda RCV 1000.
Honda no ha esperado todo este tiempo para desarrollar una moto que no deje boquiabierto a medio mundo. Es muy difícil saber cómo se comportará la carreras cliente frente al resto de prototipos pero la superbike debe ser lo que un día fue, como apuntaba Luis, la Honda RC30.
Ese sería la recompensa de Honda a Jonathan Rea, una colosal máquina que le de la oportunidad de reinar por fin en Superbikes, mano a mano con la Kawasaki de Tom Sykes, BMW y Aprilia. Dicen que el precio puede llegar a ser prohibitivo –unos 90.000 euros– aunque sospecho que no será así. Se situará como mucho al nivel de sus máximas competidoras dando así además el pelotazo en el mercado.
La cuestión hoy es si Honda la pondrá en la parrilla de SBK en 2014 o si tendremos que esperar un año más. Sea como fuere tengo la sensación de que estamos ante una nueva y legendaria temporada que hará honor a las pasadas. Por fin recuperaremos la competitividad en la categoría, ¿se animará Yamaha al festival?
Foto vía | Pata Honda