Esta semana se ha celebrado uno de los eventos más importantes a nivel de seguridad en nuestras carreteras. Durante el 24º Foro Barcelona de Seguridad Vial se ha hablado mucho, muchísimo, sobre la siniestralidad en moto, una de preocupaciones históricas para la Dirección General de Tráfico.
Allí, el organismo encargado de velar por nuestra seguridad a través de las palabras de Jorge Ordás (subdirector de Movilidad y Tecnología de la DGT) ha puesto sobre la mesa una de las medidas más radicales y al mismo tiempo razonables para reducir la probabilidad de accidentes: aplicar una tasa de alcohol 0,0 para los conductores de motos.
Tolerancia cero para el alcohol en moto
El alcohol, por poco que se consuma, siempre tiene efectos sobre la percepción y la psicomotricidad del ser humano. Tener las capacidades alteradas es peligroso siempre para cualquier usuario de la vía (y para el resto de usuarios que se crucen con él), pero más aún cuando se trata de conductores de motocicletas en los que el equilibrio y la capacidad de reacción son absolutamente fundamentales.
Ordás Alonso mostró la intención del organismo para sacar adelante esta medida a través de un "nuestro deber es intentarlo" con pesquisas de contundencia. Y es que la DGT tiene muy presentes las estadísticas de siniestralidad para las motos, a las que se aplica un riesgo de accidente con una probabilidad 17 veces superior a la de un automóvil, y eso con el motorista en plena posesión de sus facultades.
Otros ponentes como Juan José Vilanova (responsable de tráfico de la Guardia Urbana) y Lluís Puerto (RACC) han secundado la iniciativa de la DGT poniendo sobre la mesa la fragilidad del colectivo motorista, todos se han fijado en un aporte concluyente: De todos los heridos graves en accidente de tráfico entre los meses de enero y septiembre, el 62% se corresponden a conductores o pasajeros de motos (46% en 2017).
Los efectos del consumo de alcohol dan alas a estas cifras y disparan exponencialmente los riesgos asumidos por los usuarios que conducen bajo su efecto. En 2017 se produjeron 1.067 accidentes mortales en los que fallecieron 1.200 personas y 4.837 tuvieron que ser hospitalizadas, 240 eran usuarios de motocicletas y 20 más de ciclomotores. En un 12% del total de estos accidentes el alcohol estaba presente según los datos de la DGT.
La supresión de uno de los factores de riesgo para los motoristas es uno de los caballos de batalla de la DGT y del resto de organismos que comparten esta misma tolerancia cero con el alcohol, pero además se contemplan otras medidas como elevar la edad de 15 a 16 años para la obtención de la licencia de ciclomotor y a 18 el carnet A1 para motos de 125 cc, aunque esta medida posiblemente no tendría demasiados efectos a nivel estadístico y sí aplicaría un nuevo efecto constrictor sobre la industria de la motocicleta.