Vuelven el verano y el buen tiempo y especialmente los fines de semana las carreteras se llenan de motos y ciclistas, que siguen siendo dos de los grupos más afectados en caso de accidentes. Por ello la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido intensificar la vigilancia (es decir, hacer más controles) por carretera y por aire con helicópteros para comprobar que todos los usuarios están conduciendo de manera responsable.
Esta nueva campaña comenzó el fin de semana del 22 de junio y se mantendrá en diferentes periodos repartidos hasta el próximo mes de septiembre, poniendo especial atención en aquellas carreteras más frecuentadas por los motoristas.
¿Por qué van tras las motos? Los datos todavía son preocupantes
Los últimos datos de los que dispone la DGT completos son de 2016 en los que se constató que el 10% de los vehículos en España eran motocicletas, es decir 3,2 millones, habiendo un total de 5 millones de conductores de motos. De ellos el 85,5% había conseguido su permiso A antes del cambio en la normativa de 2009 y sólo un 1,6% después.
Aunque no se tienen datos concretos de los conductores con permiso B (con más de tres años de antigüedad) que conducen también una motocicleta, sí se sabe que en 2016 un total de 714.777 personas que tenían dicho permiso eran titulares de una moto de hasta 125 cc. También se conoce que en ese año hasta el 57% de las motos matriculadas eran inferior a esa cilindrada.
Pero lo que preocupa a la DGT es la tasa de accidentalidad, ya que un porcentaje del 24% de accidentes con víctimas tenían presentes a motoristas. En cifras exactas se trata de 343 fallecidos (motoristas) en un total de 25.944 accidentes. Y aunque en vías interurbanas hubo un 5% de reducción de muertes en vías urbanas fallecieron 27 usuarios más que el año anterior (2015). Si nos fijamos solo en los accidentes con víctimas mortales en los que hay implicada una motocicleta estamos hablando de que en un 95% de casos el fallecido es el propio motorista.
En cuanto a accidentes por colisión con otro vehículo los datos tampoco son muy favorables, llegando a un 56% de infracciones por parte de otros tipos de vehículo y al 36% en caso de motoristas. De estas infracciones las más comunes en motos son una velocidad inadecuada (18% de casos), invasión de carril contrario y adelantamiento antirreglamentario (18%), mientras que en los conductores de otros vehículos lo más habitual es el incumplimiento de las reglas de prioridad.
Por último, y para confirmar que todavía hay gente muy poco concienciada con su propia seguridad, la DGT desvela el dato de que durante 2016 se encontraron con un total de 15 personas que viajaban en moto y no estaban utilizando el casco, pese a la obligación de utilizarlo tanto en vías urbanas como en interurbanas.