De hecho, además de reflejar de una manera impactante, como es normal, los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol, en Francia meten en un papel protagonista a los conductores de automóviles, como parte responsable (y por descontado, la parte que en un accidente sale prácticamente indemne en la mayoría de los casos). Campañas como estas nos recuerdan lo poco que se ven las motos en la carretera, o mejor dicho, lo poco que importa a muchos conductores ver o no ver a un motorista. Ya se apartará el loco este, pensarán... Buena campaña, para mí.
Vía | Bikes in the Fast Lane