Se acerca el final de 2018 y con él llega un año más el Rally Dakar. La cuadragésimo primera edición del rally más duro del mundo arrancará el 6 de enero en Lima, Perú, para disputarse íntegramente en el país sudamericano en esta ocasión.
Hasta allí se va a desplazar la armada de KTM con la estructura más potente, el Red Bull KTM Factory Racing, pero además lo harán también con la moto que es la candidata a todo y la candidata a revalidad la décimo octava victoria consecutiva en el Dakar: la KTM 450 Rally.
Una moto específica para ganar en el Dakar
El bastidor de la KTM 450 Rally es muy distinto a lo que podemos encontrar en las motos de offroad de la firma austriaca. En este caso su estructura crece notablemente hasta una configuración de tipo multitubular con tubos de sección estrecha. Un entramado más rígido y fuerte que el de las motos de Enduro o Motocross.
En sus extremos se anclan sendas suspensiones WP como es costumbre en KTM con una horquilla invertida delante y un monoamortiguador trasero con bieletas con un recorrido aumentado y un tarado específico para enfrentarse al uso extremo del Dakar.
Como complemento a las suspensiones se utilizan multitud de piezas mecanizadas para ofrecer la máxima resistencia con el menor peso, frenos Moto-Master, asiento Selle Dalla Valle, batería aligerada, y se incluye además sobre la tija superior un amortiguador de dirección integrado de Scotts.
Encerrado en el interior del chasis nos encontramos con un motor monocilíndrico de cuatro tiempos y 449 centímetros cúbicos, al borde de lo que permite el reglamento del Dakar. Un propulsor apretado hasta las cejas pero que ofrece altas dosis de fiabilidad (dentro del mundo de la competición al menos). Su potencia no está declarada pero ronda los 70 CV.
En una competición tan extrema como el Dakar hay que buscar un complicado equilibrio entre prestaciones puras y fiabilidad. Es fundamental tener potencia en competición, pero lo es aún más conseguir una buena fiabilidad. El departamento de competición, Akrapovic y Hinson ponen sus mejores materiales en esta moto donde reforzar la refrigeración es fundamental. Eso sí, algún que otro motor hay que cambiar por el camino.
En contra de lo que es habitual para las motos offroad, la KTM 450 Rally incorpora una carrocería casi integral. Los laterales del depósito se han ensanchado para dejar espacio y se prolongan hacia la parte inferior, terminando en un masivo protector de cárter para evitar las pedradas durante los 5.000 km de recorrido del Dakar.
Para esta ocasión, la carrocería lateral de la Rally se prolonga hacia delante hasta atornillarse a los extremos inferiores del conjunto de fibra de carbono que compone el soporte para el faro delantero y la instrumentación, consiguiendo una estructura más robusta frente al viento y a las caídas.
La parte trasera también crece con un subchasis más robusto que se atornilla al bastidor principal, una parte clave para soportar el trabajo del amortiguador trasero y acarrear con fiabilidad el peso del piloto y de los depósitos traseros. Por cierto, que las carrocerías de KTM para el Dakar han influido directamente en la elaboración de la estética de las nuevas KTM 790 Adventure y KTM 790 Adventure R.
Toda esta carrocería está diseñada principalmente para ganar capacidad de carga. La parte delantera de la moto alberga dos depósitos de gasolina, uno a cada lado, que se extienden por los laterales hasta la parte inferior, mientras que en la parte trasera se almacena agua.
Tras la cúpula delantera que protege el faro las KTM 450 Rally utilizan un gran cuadro de mandos dotado de roadbook mecánico, doble trip digital y un pequeño indicador para la información de la moto. Esta instrumentación es fundamental ya que será la que utilice el piloto para guiarse entre los checkpoints, navegando a través de las indicaciones y contando los kilómetros entre referencias.
La experiencia de KTM en el offroad y la mochila cargada de títulos a sus espaldas ponen a KTM en el punto de mira del resto de aspirantes. ¿Conseguirán revalidar el título?