No hay duda: Jorge Prado es una de las mayores promesas del offroad a nivel mundial. El piloto español va directo hacia su segundo título consecutivo como campeón del mundo de MX2 en un año en el que nadie parece hacerle sombra y cuando sólo tiene en su haber 18 años.
El gallego está desatado en el mundial y desde que empezó a despuntar en las categorías inferiores fue llamado a las filas de KTM para alzarse con el mundial de 65 cc en 2011. Ahora la marca austriaca ha firmado junto a Prado un nuevo acuerdo que les vincula durante otros cuatro años, es decir, al menos hasta 2023.
Prado y el camino hacia MXGP
Y es que el talento de Prado está a estas alturas fuera de cualquier dura. El piloto oficial de KTM llegó al mundial de MX2 en 2016 participando como invitado en la carrera de Assen, donde se midió de tú a tú contra la bestia de Jeffrey Herlings y salió de su primera carrera en el mundial con un podio debajo del brazo.
Desde entonces la progresión ha sido meteórica, consiguiendo su primera victoria unos meses después y en 2018 doblegando a su compañero de equipo Pauls Jonass en un mano a mano impresionante durante toda la temporada. Este 2019 no está siendo menos abrumador ya que salvo por haberse perdido la segunda cita del año un segundo puesto en Francia, Prado ha ganado absolutamente todas las veces que ha salido a pista: 17 carreras en lo más alto del podio y un segundo como peor resultado.
Con ocho pruebas, 16 carreras y 400 puntos aún por repartirse, Prado afronta lo que queda de la temporada con 44 puntos de ventaja sobre Thomas Kjer Olsen y con la tranquilidad de tener otros cuatro años de contrato con el Red Bull KTM Factory Racing en el bolsillo.
Está por definir aún cuál será el plan de futuro para Prado, un piloto que ha demostrado ser lo más competitivo que hemos visto en mucho tiempo y que si gana el segundo título de MX2 tendrá que ascender a MXGP donde empezará a hacer sombra a Jeffrey Herlings y Tony Cairoli, especialmente ahora que ambos están en horas bajas por lesión. En cualquier caso, mucho ojo porque la trayectoria del gallego no se va a quedar aquí.