¿Qué moto me compro? Iniciación 250-600cc, Honda VTR250

El primero en aterrizar en cilindradas intermedias y que ya exijan haber obtenido el carné A o A2 ha sido mi compañero Albi que se encargó de buscar una naked adecuada en cuanto a cilindrada y a presupuesto. Pero en el caso que nos concierne hoy el reto consiste en encontrar una moto que haga la función de “moto-escuela” y sirva como introducción al mundo de las ruedas a los conductores nóveles.

Ajustándonos siempre a un presupuesto de entre 2.000 y 3.000 euros nos lanzamos con una idea clara al siempre numeroso mercado de segunda mano. Sin dar demasiadas vueltas y casi como respuesta inmediata a la pregunta que encabeza el post diría dos nombres: Suzuki GS500 o Ducati Monster. Pero entonces recuerdo el presupuesto en el caso de la Ducati y que uno debe poder montarse en ella sin ningún miedo y con toda la confianza, por lo que descarto la Suzuki por el tema del peso que quizás la sitúa en un escalón superior. Y ahora en frío el nombre que viene a mi cabeza es el de la Honda VTR250. ¿Y por qué la Honda? Creo que mezcla perfectamente la ligereza y la confianza con la potencia justa y dosificable que necesita un “piloto novato”. Pero veamos más en profundidad las razones por las que elegir este modelo en concreto.

Como sabréis, existen dos modelos principalmente. Uno anterior, más típico y que muchos recuerdan como “minimonster” y otro más actual y que Pau Vidal pudo probar hace un año. Este último está a la venta desde 2009 y es, evidentemente, más caro. Pero no os asustéis, ser una moto con tantos km encima no hace más que asegurarnos las fiabilidad de sus componentes. Por lo tanto, cuando busquemos en los sitios de compra/venta lo más probable es que el modelo que se ajuste a esos precios sea el antiguo pero lo cierto es que las diferencias entre ambos es muy pequeña; inyección electrónica y suspensión trasera regulable son los principales cambios, sin tener en cuenta el cambio estético claro está.

Los pies en el suelo para no perder la confianza

Seguramente muchos de vosotros recordéis la primera vez que os subisteis a una moto invadidos por la emoción, los nervios y el miedo a caer. La verdad es que cuando estás empezando, llegar con los pies al suelo es un aliciente que da mucha confianza para saber que en cualquier momento podemos “volver a tierra”, parar, y relajarnos. En este aspecto la VTR 250 nos va a poner todas las facilidades del mundo para sentirnos cómodos encima de ella, su asiento se sitúa a unos 775mm que hacen que prácticamente cualquiera pueda hacer pie subido en la moto.

Es en un punto a favor en caso de que seamos conductoras noveles o no seamos precisamente unos Pau Gasol – entre los que me incluyo -. Por si fuera poco la Honda es una moto muy ligera que supera por muy poco los 160kg en orden de marcha. Esto quiere decir que no nos va a costar prácticamente nada meterla en una curva o manejarnos en el día a día de la ciudad con ella y, si llegara el caso, levantarla del suelo sin demasiado esfuerzo.

Un motor sin sobresaltos de mantenimiento contenido

Tiene gracia que un motor tan suave se convierta en un punto fuerte. Y es que nunca perdemos de vista la condición básica de que sea apto para alguien que o no ha montado en moto o lo ha hecho muy poco. El propulsor de nuestra moto-escuela entrega entre 30 y 32cv dependiendo de si estamos dando gas en la VTR actual o en la antigua respectivamente. Sí, se pierde potencia en la versión nueva pero es que hoy en día las normas de emisión de gases se deben cumplir a rajatabla en cualquier modelo que salga al mercado. Lo que hace tan adecuado este bicilíndrico es la suavidad con la que nos impulsa, hace que podamos rodar tranquilos y sin sobresaltos como no pasaría en, por ejemplo, una dos tiempos.

Echa gasolina y despreocúpate. Podemos estar tranquilos si la situación de nuestro bolsillo no es la mejor. Si hacemos un ruta en el modelo anterior podemos incluso llegar hasta los 245km sin repostar aunque si lo hacemos con la útlima versión esta autonomía se ve algo reducida al tener un depósito de más de medio litro menor. Por otra parte, las revisiones cada 6.000km no deberían pasar de los 100 euros aunque siempre depende de taller y de lo que toque cambiar en ese momento.

Modelo que recuerda aquello de “Honda es Honda”

¿Cuántas veces has escuchado esa frase? Bueno, quizá en otra ocasión aprovechemos para explicar de donde viene y si realmente es cierto lo que afirma. Pero digamos que esta Honda VTR 250 podría lucir con orgullo esa frase en su depósito pues tras bucear mucho por la red no he encontrado problemas significativos. Cabe decir, eso sí, que hay una queja generalizada en cuanto la suspensión delantera. En ambos modelos se suele antojar más blanda de lo que debería y a veces algunos usuarios llegan a modificarlas con otros muelles o aceite más denso, pero lejos de ser algo malo es una inversión en seguridad.

En otro ámbito de cosas me comenta Kumo, propietario de una de las últimas VTR 250, que ha habido algunos problemas con las luces del modelo anterior ya que no viene de serie con las luces de posición conectadas y pueden hacerte volver al taller o a casa para hacer el “apaño”. Hay que añadir también que si conduces con pasajero éste se va a tener que agarrar a ti o al depósito pues carece de asas.

Y por último, animarte a leer la guía de compra de motos usadas que Albi preparó ya que te puede salvar de algún que otro disgusto. Nada más, sólo darte la bienvenida si estás pensando en unirte al club de los moteros, te sentirás como en casa.

Más información | Honda VTR 250 Fan Site
En Moto22 | Guía de compra de motos usadas ; Honda VTR250, la prueba

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