Hace uno días que la nueva Triumph Street Triple 2017 ha visto la luz. Se trata de un modelo nuevo, un motor más grande de 765 cc, hasta 123 cv de potencia máxima y menos peso son algunas de las características básicas de este popular modelo de la marca británica.
Este modelo llegó hace una década como una revelación, y a lo largo de su vida Triumph no se ha dormido en los laureles y ha ido reinventando su modelo con modificaciones y actualizaciones hasta hoy. Desde el 2007 la Street Triple ha estado circulando con un notable éxito por nuestras carreteras y ahora vamos a darle un breve repaso a su historia.
La Street Triple sigue siendo una referencia
La Street Triple salió a la venta a finales de 2007. A imagen y semejanza de la Speed Triple 1050 pero untilizando un motor de tres cilindros y 675 cc procedentes de Triumph Daytona 675 lanzada en 2006. Esta street fighter poseía un excelente equilibrio entre potencia, manejo y disfrute. Pocas motos del segmento naked eran capaces de conseguir algo parecido y además su diseño moderno y elegante hizo que, de la noche a la mañana, sus rivales pareciesen auténticas reliquias.
En 2008, llegó la Street Triple R que compartía motor y chasis con la versión normal, pero montaba unas pinzas radiales Nissin de mayor calidad, la geometría revisada y suspensiones ajustables también procedentes de su prima la deporviva. Esa revisión en la suspensión trasera elevó ligeramente la altura del asiento, además de nuevos esquemas de colores y un manillar diferente eran otros de los cambios. Todo en la R estaba pensado para ser más agresiva.
En 2012, las dos versiones de la Triumph Street Triple reciben algunas modificaciones, aunque todas menores. La diferencia más obvia es el cambio de los faros redondos gemelos, una de sus señas de identidad, que ahora pasan a ser más poligonales. Un cambio tremendamente criticado por los más acérrimos del modelo. En cuanto a las prestaciones no recibió cambios y todo de se redujo a retoques estéticos.
El año siguiente, casi seis temporadas después de su nacimiento, la naked media de Triumph recibe su primera gran modificación. Un nuevo chasis con subchasis totalmente distinto, la integración de ABS desconectable, el inmovilizador o el cambio del sistema de escape, que ahora estaría en la parte baja, nuevas llantas de aleación y una reducción de peso de 6 kg, fueron algunos de los cambios. Además se comercializaba en versión específica con la potencia máxima reducida a 95 cv para el carnet A2. Con esta actualización el nuevo modelo se veía algo más elegante y conseguía el impulso necesario para volver a estar en primera línea.
El modelo R también se renovó con una suspensión de gama alta, una altura de asiento un poco más elevada, mejores frenos y una geometría más afinada. No era tan agresiva como la primera Street Triple R y resultaba una moto mucho más sencilla de conducir y más “amigable” con los pilotos menos experimentados.
En 2015, se amplió el catalogo con la RX, que tomaba prestadas todas las características de la R y además añadía el subchasis de la Triumph Daytona y su asiento, un quickshifter y unos colores exclusivos de este modelo. No era un gran salto desde la Street Triple R, pero el quickshifter le proporcionaba un carácter más embaucador y decidido a la hora de afrontar la conducción deportiva.
Yo soy propietario de una Street Triple del primer modelo y he de decir que estoy muy contento con ella. La potencia del motor le da carácter y su diseño sigue siendo atractivo a pesar de cumplir 10 años a finales de 2017. Sus faros gemelos delanteros son la seña de identidad de este modelo y a día de hoy, todavía son muchos los que dicen que es algo que no debería de haber perdido por el camino. Y tú, ¿has tenido alguna Street Triple?