Glenn Irwin vence un GP de Macao disputado a 7 vueltas después de un accidente grave
Ya se ha convertido en tradición por estas fechas seguir el Gran Premio de Macao. En esta 51ª edición llegábamos con expectativas de ver nuevamente a Peter Hickman adjudicarse su tercer triunfo sobre la pista urbana de 6,2 kilómetros, pero en cambio la oposición ha llegado del lado del casi debutante y joven Glenn Irwin.
El norirlandés de 27 años ya avisó en los entrenamientos que las BMW iban a tenerlo muy complicado, e hizo valer el poderío bicilíndrico de su Ducati para conseguir una soberbia pole con récord absoluto incluido. Precisamente Irwin se ha llevado una victoria con sabor agridulce ante Hickman y el veterano Rutter tras liderar una carrera interrumpida por una preocupante bandera roja.
Dominio del binomio Irwin-Ducati en Macao
Haciendo valer su pole, Glenn Irwin se puso en cabeza nada más apagarse el semáforo acosado por la BMW S1000RR de Peter Hickman. El dominio de Irwin sobre su Ducati 1199 Panigale RS parecía absoluto y aunque la moto italiana no dejaba de sacudirse, el poleman poco a poco conseguía distanciarse de su perseguidor.
Determinado a llevarse la victoria de manera implacable, Irwin tiró tanto como pudo, aprovechando la mayor tracción de su Ducati para salir gas a fondo sobre las curvas cerradas de Macao y bailando con ella en las más rápidas. Hickman, con su estilo más agresivo, atacaba las curvas donde Irwin flaqueaba más. Michael Rutter había hecho todo lo posible por mantener la rueda de ambos, pero no tardó en quedar descolgado.
Después de siete vueltas disputadas con Irwin en cabeza y Hickman poco a poco recuperando metros a su compatriota británico, una bandera roja obligó a parar la prueba justo antes de que pudiéramos disfrutar del mano a mano final. Un fuerte impacto en una de las curvas de derechas más rápidas (Fisherman's Bend) llevó a uno de los pilotos, posiblemente Michael Hegarty, al hospital.
La peligrosidad del circuito urbano volvió a quedar demostrada por enésima vez. Sin escapatorias, sólo rodeado de protecciones metálicas, cualquier caída se convierte en un accidente sobrecogedor del que aún seguimos esperando noticias y deseamos la mejor suerte para el piloto accidentado.
Finalmente la carrera se dio por finalizada y se dio a Irwin como vencedor, escoltado por Hickman y Rutter en uno de los podios más tristes que se han visto jamás, con todos preocupados por el estado de su compañero.
