Lo sabemos. El Tourist Trophy de la Isla de Man es una bestialidad donde los pilotos más valientes del mundo se dan cita para enfrentarse a la competición más antigua del mundo (1907) en el "circuito" de La Montaña. Con más de 60 km de longitud y un sinfín de curvas que cada piloto tiene que aprenderse de memoria mientras van gas a fondo entre casas, bordillos y muros, la peligrosidad es extrema.
Más allá de centrarnos en lo morboso del TT, a nivel técnico esta carrera supone un reto inigualable. Con motos de potencias superiores a los 200 caballos y una pista compuesta por carreteras convencionales, la puesta a punto de cada máquina tiene que ser perfecta. El vídeo que te dejamos a continuación te muestra son dos minutos a cámara lenta en los que ver cómo trabajan los neumáticos y suspensiones es una verdadera maravilla.
Así trabajan neumáticos y suspensiones en slow motion
Olé por los técnicos encargados de la parte ciclo. Quizá tanto ellos como los mecánicos sean los grandes olvidados de las carreras en general y de la Isla de Man en particular. Sin ellos, los pilotos no podrían batir año tras año los récords con medias muy superiores a los 200 km/h, puntas de más de 330 km/h y un espectáculo impresionante.
Sin todo el trabajo que al final queda fuera de las cámaras, Michael Dunlop, Bruce Anstey, Ian Hutchinson y Michael Rutter no podrían haberse repartido las victorias este 2017.