Sachsenring, el feudo imbatido de Marc Márquez y una carrera para desmentir el gran tópico de MotoGP
Marc Márquez. Es y va a ser el gran nombre del fin de semana en Alemania. MotoGP regresa a Sachsenring después de un año de ausencia y lo hace en un momento en el que su gran estandarte, que sigue siendo Marc Márquez, está en apuros. Todavía ni siquiera se ha acercado al podio desde que regresó a los circuitos.
Y en mitad de esta crisis, extensible a toda Honda, llega el oasis de Sachsenring. Un circuito donde el binomio siempre ha arrasado sin piedad, en el que nadie ha podido toser nunca a Marc Márquez. La presión en las horas previas se ha puesto sobre los hombros del octocampeón, pero su estado físico invita a la cautela.
La lesión no es el único problema de Márquez para ganar en Alemania
Los números de Marc Márquez en Sachsenring son muy claros: ha ganado las diez últimas carreras disputadas allí. Lo hizo en 2010 en 125 cc, y desde entonces está imbatido. Tal ha sido su dominio que, por ejemplo, otro gran campeón como Jorge Lorenzo se ha retirado del mundial de motos sin ganar nunca en Alemania.
Si miramos a Honda, tres cuartos de lo mismo. Los del ala dorada lo han ganado todo desde 2010, al final con Márquez, pero antes también con Dani Pedrosa. Ninguna otra marca triunfa en Sachsenring desde que lo hiciese Yamaha con Valentino Rossi. Es la casa de Márquez, el feudo de Honda. Y toda la responsabilidad reside sobre ellos.
El problema es el estado en el que llegan. Marc Márquez dijo tras Barcelona, y también en Mugello, que ya se veía listo para apretar, pero lo cierto es que llevamos varias clasificaciones seguidas en las que necesita coger rueda para pasar el corte y luego se ha caído en carrera. Ya son tres revolcones consecutivos del octocampeón.
Tras el Gran Premio de Cataluña en Barcelona hubo test oficial en el que Márquez se pudo emplear a fondo. Era lo que necesitaba, rodar sin competir, simplemente probar cosas, y el número de vueltas que dio confirma la mejoría física. Teóricamente ésta era la fecha en la que su hombro iba a estar plenamente recuperado.
Entonces, ¿veremos a Márquez en el podio de Sachsenring? Pues es una posibilidad, porque es uno de esos circuitos de izquierdas en los que es infalible. Pero es legítimo plantearse si los problemas de Márquez están yendo más allá de las consecuencias de su lesión y si, efectivamente, se ha encontrado con un MotoGP muy diferente a aquel que dejó.
Estiramientos antes de viajar a Alemania!
— Marc Márquez (@marcmarquez93) June 16, 2021
Stretching before going to Germany!#MM93 pic.twitter.com/yS5FGNAw8D
La Honda está claro que no va, y ahora mismo está a un nivel más similar al de la Aprilia que al resto de motos. La rueda delantera sigue dando demasiados problemas a los pilotos, y mientras KTM ya lo está solventando, a Honda le cuesta. Solo el peculiar estilo de pilotaje de Márquez, que lo podrá hacer si está al 100% físicamente, les puede servir como parche.
Además, hay otro factor a tener en cuenta, el mental. De una forma prácticamente unánime se está colocando sobre Márquez, un piloto que lleva un año y medio sin subirse a un podio, la responsabilidad de ganar esta carrera. En el estado en el que está, y con lo amante de la épica que es, podría tener la tentación de forzar más de la cuenta.
Sí, Márquez en Sachsenring domina, y está claro que llegar a un circuito fetiche, que se adapta como un guante a su estilo, podría mitigar el penar por el que está pasando. Pero pensar en victorias se queda grande aún en el oasis de Honda. Eso sí, hablamos de Márquez, así que apostar en su contra es una insensatez.
Ducati, la tapada en un año a la contra
Incluso antes de empezar hay muchos analistas que ya han descartado a Ducati de la batalla, alegando que este circuito no es para ellos. Pero si algo nos está demostrando esta temporada es que la nueva Ducati Desmosecici GP21 ha cambiado mucho. Ganó en Jerez y Le Mans, y la única carrera en la que no se han subido al podio es Mugello.
Sí, la Ducati sigue siendo una bestia en cuanto a velocidad punta, pero su factor X es la aerodinámica. Los mismos alerones que les dificultan la manejabilidad en Mugello les pueden hacer volar en la ratonera de Sachsenring. Está por ver, pero no olvidemos que Jerez y Le Mans también eran tradicionales circuitos adversos en Borgo Panigale.
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