La realidad más incómoda de MotoGP: Por qué Marc Márquez necesita más a Ducati que Ducati a Marc Márquez
Es el tema más candente del mundial de MotoGP. Un posible fichaje de Marc Márquez por Ducati lleva en el ambiente desde que el piloto español se curtía con Andrea Dovizioso a finales de la pasada década, pero los rumores se han recrudecido desde que Márquez anda inmerso en un oscuro bosque en el que Honda se ha perdido y no parece encontrar salida.
Los últimos meses han estado plagados de señales. La más importante, la de que Ducati repentinamente se haya fijado en Álex Márquez para ponerlo en el Gresini Racing, pero hay más. Los ultimátum de Márquez a Honda cada vez se suceden con más cotidianidad, el último de ellos en el tráiler de su documental. Pero, ¿necesita Ducati a Marc Márquez?
El fichaje de Márquez por Ducati es mucho más difícil de lo que aparenta
El simple hecho de hacerse esta pregunta ya resulta muy incómodo. No obstante, Marc Márquez es uno de los mejores pilotos de la historia de MotoGP, todavía no ha cumplido ni siquiera los 30 años y nadie ha demostrado aún que no sea el mejor piloto de la parrilla actual, pese a que lleve tres años sin ganar.
Hace dos años y medio, cuando Márquez firmó el contrato de su vida vinculándose durante cuatro temporadas a Honda a cambio del mayor salario de la historia de MotoGP, Ducati hubiese dado cualquier cosa por firmar ese mismo contrato con su nombre donde estaba el de Honda. Pero en el deporte las cosas cambian a la velocidad de la luz.
Desde que Márquez estampó su firma en ese papel que le vinculaba con Honda hasta 2024, todo ha cambiado. Ha cambiado él, su cuerpo y su estilo, pero también ha cambiado MotoGP. Los neumáticos son otros, las carreras son diferentes, las motos son Fórmula 1 con dos ruedas y Ducati está en la cúspide de la categoría. Sin Marc Márquez.
Pero vayamos por partes. Poniéndonos en la piel de Gigi Dall'Igna, Claudio Domenicali, Davide Tardozzi y Paolo Ciabatti probablemente el primer sitio al que mirarán a la hora de abordar el fichaje de Márquez sea al pasaporte. Porque, sí, Márquez aún no tiene ni 30 años, pero su contrato con Honda no expira hasta 2024. Es decir, no llegaría a Ducati antes de 2025.
Para entonces, Márquez ya será un piloto de 32 años. Parecerán pocos, pero las estadísticas son muy tozudas al respecto: solo Doohan ha sido capaz de ganar el mundial de la categoría reina con más de 32 años desde 1975, es decir, en la era moderna de MotoGP. Fichar a alguien de 32 años para que sea el líder de tu proyecto es un riesgo, aunque se llame Marc Márquez.
Pero quizá la variable más importante sea el sueldo. En el deporte, firmar un contrato desmesurado a un deportista que gana siempre tiene el riesgo de que cuando deja de ganar las cuentas no cuadran de ninguna forma. Le ha pasado al Fútbol Club Barcelona con Leo Messi, a Los Ángeles Lakers con LeBron James y le empieza a pasar a Mercedes con Lewis Hamilton.
Las circunstancias han querido que Márquez no haya vuelto a ganar desde que firmó ese acuerdo que le garantizaba entre 20 y 25 millones de euros por temporada. El próximo contrato que firme Marc Márquez, sea con Ducati, con Honda o con cualquier otra marca, va a ser a la baja. Pero, aún así, puede que sea demasiado alto para Ducati.
Aquí es importante introducir otro factor. Si Marc Márquez fichase por Ducati para 2025 sería porque no ha podido ganar el mundial de 2023 con Honda. Si Márquez gana en 2023 con HRC lo lógico sería seguir con la marca del ala dorada y consagrar toda su carrera a una marca, la más grande, Honda. Entonces, si Márquez no gana en 2023, ¿Quién lo hará?
La lógica invita a pensar que el favorito sería Pecco Bagnaia. Por el nivel de pilotaje que demostró en la segunda mitad de 2022, por la presión que se habrá quitado de encima al ser ya campeón y, por qué no decirlo, porque la Ducati tiene pinta de que va a seguir siendo la moto a batir. Y con ocho unidades aún en pista.
¿Cambiaría Ducati a un Bagnaia vigente campeón de los dos últimos mundiales de MotoGP y con un sueldo moderado por Marc Márquez, mucho más mayor, mucho más caro y en plena crisis de resultados? ¿Tendría sentido ponerlos juntos y desequilibrar un equipo que ya funciona? Son preguntas que se harán en Ducati.
Además, si algo ha aprendido Ducati a lo largo de su periplo por MotoGP es que fichar a una estrella a golpe de talonario no siempre funciona. Valentino Rossi y Jorge Lorenzo se quedaron muy lejos de luchar un mundial vestidos de rojo. En Borgo Panigale los pilotos que han funcionado siempre llegaron sin hacer ruido: Casey Stoner, Andrea Dovizioso y Pecco Bagnaia.
No es la única duda que despierta Márquez. Además de sus problemas físicos, su edad y su sueldo, en torno a Márquez hay dudas también respecto a si su estilo encaja con estos nuevos neumáticos Michelin que entraron en 2020, y que no le han dado ni un respiro. La finura y el paso por curva nunca han sido el ADN de Márquez como sí lo son de Bagnaia.
El relato no acompañaría un cambio de Marc Márquez
Hoy, es Márquez quien necesita a Ducati, y no al revés. Como hemos visto, en MotoGP las tornas cambian muy rápido, y dentro de un año podemos estar hablando de un Marc Márquez campeón del mundo de nuevo y negociando la renovación con Honda mientras Ducati busca nuevo líder. Pero es un escenario que ahora mismo no parece real.
El problema está en que si, como parece, Ducati vuelve a ganar el próximo mundial y Márquez no tiene siquiera opciones, el relato entorno a un fichaje del español por los de Borgo Panigale sería muy distinto al que se formó en su día en torno a los cambios de Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Y eso también importa.
Mientras que Rossi, en dos ocasiones, y Lorenzo se fueron a por el desafío de ganar con una moto inferior, en el caso de Márquez dejar a Honda ahora para fichar por Ducati se percibiría como una claudicación. Una traición a su marca de toda la vida en horas bajas para seguir corriendo en la mejor moto del mundial.
Y es que, llegados a este punto, ¿Qué haría más grande a Marc Márquez que volver a ganar un mundial con Honda? ¡Con esta Honda! Ducati debe ser el imperio a batir, no el imperio al que unirse. Quizá sea ahí donde de verdad esté el desafío que convierta a Márquez en la leyenda definitiva de MotoGP.