Todavía no sabemos como acabará el mundial de MotoGP de esta temporada y los ojos ya se fijan en dentro de cuatro años. La revista Speedweek ha publicado recientemente un reportaje en el que dan a conocer los planes de Dorna para el Campeonato del Mundo de MotoGP a partir de 2022, cuando se implantará una minirevolución en el mundial.
Cambios que afectarán al número de pilotos y equipos en pista, pero que además también abordará la aprobación definitiva de un nuevo calendario más amplio, que dé cabida a parte de los nuevos circuitos que quieren entrar en MotoGP. También en el apartado técnico se esperan cambios para preservar la igualdad mecánica.
Se reducirían los test invernales a una o dos semanas
La primera modificación afectaría a los equipos. En principio Dorna no quiere ampliar el número de marcas en el mundial de MotoGP y cuenta con mantener a las seis que tiene ahora: Honda, Ducati, Yamaha, Suzuki, KTM y Aprilia. Se descartaría así la posibilidad de un eventual retorno de Kawasaki o de BMW, algo con lo que se había fantaseado.
Además Dorna quiere que el número de pilotos en pista aumente hasta los 24, quedándose la parrilla por lo tanto en doce equipos. El plan de la organización es que cada fábrica tenga una estructura oficial y una satélite, lo que obligaría a Suzuki y Aprilia a poner dos motos más en pista mientras que Ducati tendría que renunciar a uno de sus equipos satélites.
En el apartado del calendario, la idea de Dorna es que el mundial se dispute a 22 carreras, algo que tampoco da mucho margen a la organización. Recordemos que ya están pactadas la entrada de Finlandia en 2020 e Indonesia en 2021, y hay otros muchos países llamando a la puerta como son Brasil, México o Bélgica.
Si se mantienen todas las carreras del actual calendario más las ya confirmadas de Finlandia e Indonesia, en 2021 tendríamos un mundial de 21 carreras, es decir, solo quedaría hueco para una más. Además, el hecho de seguir incrustando carreras en países muy lejanos de Europa podría supone un problema para los equipos de Moto2 y Moto3, más limitados económicamente.
Para hacer hueco en el calendario, se reducirían los test invernales de pretemporada, que quedaría limitados a una o dos semanas de preparación. A cambio se incrementarían las jornadas hábiles de test posteriores a los Grandes Premios, como la que se celebrará en el circuito de Montmeló la próxima semana.
Por último, la última medida de la organización sería la de limitar el desarrollo técnico de las estructuras para reducir costes y evitar una guerra armamentística en el apartado aerodinámico, que aumentase las desigualdades en pista y limitases las opciones y los recursos de los equipos más limitados económicamente.