Llegó el premio. Pocos pilotos en España han perseguido con tanto ahínco el sueño mundialista durante los últimos años como el gaditano Marcos Ramírez. Al fin se ha cumplido: el equipo Platinum Bay Real Estate ha anunciado que el piloto gaditano disputará con ellos las nueve carreras de la segunda mitad de 2016 como compañero del sudafricano Darryn Binder.
Ramírez sustituye de esta forma al británico Danny Webb, que a priori iba a compaginar el mundial con las road races, después de haber relevado al checo Karel Hanika por malos resultados. El piloto de Conil de la Frontera compaginará su experiencia mundialista con el Campeonato del Mundo Junior de Moto3, por el que está peleando en el Team Leopard Stratos frente al italiano Lorenzo Dalla Porta.
Una montaña rusa
La trayectoria de Marcos no ha sido fácil, ni mucho menos. Hace apenas tres años parecía despegar en el CEV, cuando acarició un título que finalmente sería para Fabio Quartararo. Por aquel entonces, el joven piloto andaluz estaba en la estructura de Monlau junto a María Herrera, pero sería el sacrificado cuando el equipo se decidió a fichar al propio Quartararo.
Su progresión fue meteórica hasta 2013, cuando Fabio Quartararo le arrebató in extremis el título de campeón de España
Hasta entonces, todo había ido como la seda. Empezó brillando a nivel autonómico en modalidades como el motocross o el dirt track, para después pasar a la velocidad vía minimotos. Sin rival en el andaluz, donde se impuso en MiniGP, 80cc y 125GP, venció también en el Mediterráneo de 80 y en el Extremeño de 125, antes de triunfar en Francia y Portugal mientras revalidaba el andaluz del octavo de litro en dos ocasiones más.
Lo ganaba todo. El destino lógico era el CEV, que alternó con la Red Bull Rookies Cup. En el nacional, su trayectoria era impecable hasta el mencionado 2013, cuando se quedó a las puertas del título. Ahí empezaron los vaivenes. Firmó con el Laglisse y tuvo un año irregular, con debut en el mundial como wild card en Jerez y el quinto puesto en la general del FIM CEV, justo por delante de su compañero, un tal Nicolò Bulega.
Haciéndose un hueco
No encontró equipo para 2015 y tuvo que buscarse la vida entre prometedoras incursiones en el Mundial de Supersport, un prometedor debut en el FIM CEV de Moto2 con la Ariane del Team Stratos (ganando la subcategoría de Superstock 600) e imponiéndose en el Campeonato de España sub 21 de 1000cc, siendo subcampeón de 600cc en una locura de año en el que participó en ambas categorías.
Después de un 2015 en el que corrió y ganó allá por donde pudo, en este 2016 el Leopard Stratos le dio una oportunidad
Para 2016, el Team Leopard Stratos confío en él para ser uno de sus pilotos en el Campeonato del Mundo Junior de Moto3, y Marcos está devolviendo esa confianza con creces: comenzó el año con una victoria en Valencia y repitió en Motorland, postulándose como candidato al título. Ahora ocupa la segunda posición a 36 puntos del italiano Lorenzo Dalla Porta, con cinco carreras por delante.
Pero además tendrá que redoblar esfuerzos para ser competitivo sobre la Mahindra MGP3O del Platinum Bay Real Estate, donde su objetivo no será otro que hacer kilómetros y tratar de sumar puntos, aunque no será fácil. En el equipo sólo cuentan con los cuatro puntos de Binder, que fue 12º en Assen. Pero de redoblar esfuerzos y lograr objetivos difíciles Marcos sabe un rato.
Fotos | Team Stratos, Repsol Media