Marc Márquez empieza a tirar de cabeza: ¿Ha sacado la calculadora para lo que queda de 2018?
Marc Márquez llegó a Brno asegurando que lucharía por la carrera como si no tuviera ninguna ventaja en la general, pero la realidad fue muy distinta. El piloto de Honda luchó con honor sobre el asfalto checo, pero con cierto rechazo a pelear más de lo justo y necesario.
Acabó en el tercer escalón del podio sin un atisbo de decepción, con una sonrisa de oreja a oreja y un gesto muy claro: apuntándose a la cabeza. "He tirado de razón", aseguró Marc después de la carrera, y lo cierto es que razón no le falta (si me permites la redundancia).
El cambio de prioridades en la mentalidad de Márquez
Para entender lo que ha pasado con Marc Márquez el pasado domingo en Brno tenemos que empezar mirando el Gran Premio de la República Checa con un poco de perspectiva. El viernes cerró la jornada con una discreta décima posición, contento con su ritmo y apuntando a Andrea Dovizioso como uno de los rivales para el domingo.
"Dovizioso ha dado muchas vueltas con los neumáticos usados, así que esperaremos a ver en qué punto estamos", aseguró el viernes después de concluir los entrenamientos libres. La vista de Márquez se centró rápidamente en el piloto italiano y también en su compañero de equipo, Dani Pedrosa, quien marcó el mejor registro en la primera jornada.
El otro factor determinante que rondó la cabeza de Márquez fue lo que aún queda de campeonato. Con 10 carreras por disputarse y aunque el de Cervera está dominando en la tabla de puntos parece no estar haciéndolo con la superioridad matemática de otras temporadas. Él mejor que nadie lo sabe y le consta que no pueden tomarse demasiados riesgos cuando quedaban 250 puntos aún por repartirse antes de la carrera del domingo.
Que se lo pregunten a Jorge Martín. Cuando el madrileño parecía que por fin tenía encarrilado el título de Moto3, va y se cae de una manera bastante tonta como él mismo dijo en el FP1 y no sólo se pierde por lesión la carrera de Brno, sino también la próxima cita del Gran Premio de Austria justo una semana después.
Palabras como precaución, consistencia o arriesgado formaron parte de su vocabulario tras cerrar la Q2 del sábado en tercera posición. "He preferido no atacar al final, habría sido demasiado arriesgado", declaró Marc, no sin olvidarse de apuntar a sus rivales: "Dovizioso y Lorenzo también van muy bien, son los más fuertes en estos momentos, pero estamos bastante cerca".
"Si hubiera sido mi segunda o tercera carrera habría ido a por la victoria o la caída"
El domingo el guión estaba más o menos escrito. El exceso de temperatura iba a favorecer una carrera en grupo, sin escapadas, con adelantamientos. Carreras de este tipo le gustan a Márquez, pero no si pueden condicionar la marcha hacia su séptima corona como Campeón del Mundo de Motociclismo.
Ojo, que esto no quiere decir que Márque se dejase ganar ni mucho menos. Peleó, y peleó bien contra las dos Ducati Desmosedici GP18 que quedaron por delante suyo, pero al no ver demasiado clara su superioridad prefirió dar por bueno un tercer puesto que de cara al campeonato quizá ha sido más importante que pelear por la victoria hasta la última curva.
Porque sí, si hay una cosa que a Márquez se le escapa es esa voracidad insaciable por no darse por vencido hasta cruzar bajo la bandera de cuadros. Justo eso es lo que no vimos en Brno, al Márquez desesperado por ganar de 2017 o al que se le fue de las manos en el Gran Premio de Argentina de esta misma temporada.
Especialmente esa ausencia de pelea más allá de lo justo y necesario destaca al ver que fue un ritmo notablemente lento. La carrera de este 2018 en el Gran Premio de la República Checa fue 16,737 segundos más lenta que la misma de 2014 (restando la última vuelta, para igualar a 21) con un claro motivo: el calor.
La temperatura de la pista este domingo ha sido de 41 grados, mientras que la carrera celebrada cuatro temporadas atrás fue de 23 grados tal y como apuntó de manera acertada Dennis Noyes en su cuenta de Twitter.
¿Marc Márquez no tenía ritmo para vencer a las Ducati? Sí lo tenía, por supuesto. Lo que no quería era arriesgarse más de la cuenta. Un exceso de calor en el mejor de los casos degrada demasiado los neumáticos; en el peor te lleva a una caída, esta caída puede terminar en lesión y esa lesión destruir las posibilidades de cumplir los objetivos a final de año.
Puede que si pilotos como Dovizioso, Lorenzo, Rossi o incluso el desubicado Viñales quieren ganar, este sea su momento. Márquez sigue dispuesto a pelear, sí, pero con cabeza tal y como su gesto desde el podio dejó claro. Ahora su ventaja al frente de la clasificación general es de 49 puntos, casi dos carreras.
La voracidad de Márquez sigue ahí y seguirá luchando por la victoria, pero no a toda costa. ¿Es hora de sacar la calculadora? Puede ser, pero como el mismo Marc aclaró después de la carrera, era su GP número 100 en MotoGP, "si hubiera sido la segunda o tercera habría ido a por la victoria y o la habría conseguido o habría terminado en caída. He utilizado la razón".