Tras la calma de Moto2, la lluvia volvió a hacer acto de presencia minutos antes de la salida de MotoGP. Con la carrera declarada en mojado, el caos se desató al ver cómo con las temperaturas más altas el asfalto comenzó a secarse en cuanto la lluvia desapareció en el Gran Premio de Argentina.
Con todos los pilotos en la parrilla, todos los equipos han decidido empujar sus motos hasta el pit lane para poder cambiar de moto y salir con la configuración de seco, más allá de los neumáticos. El único que ha permanecido en su posición ha sido Jack Miller, forzando un retraso en la salida por cuestiones de seguridad.
Una situación inédita y difícilmente repetible
En ese momento, prácticamente todos los que ya habían cambiado de moto estaban al final del pit lane esperando poder salir a pista. Con el retraso, de nuevo por primera vez en la historia de MotoGP hemos visto a una horda de pilotos, técnicos y motos recorriendo la línea de boxes en dirección contraria ante el megalómano cabreo de Miller.
La preocupación por evitar que casi la totalidad de los pilotos salieran desde el final del pit lane ha llevado a Dirección de Carrera a decidir que Miller permaneciera en su lugar y el resto mantuvieran sus posiciones, pero partiendo desde la última posición de parrilla hacia atrás.
El es que a partir de Dani Pedrosa, el segundo clasificado, van a partir más de tres líneas por detrás de sus posiciones en una insólita imagen que difícilmente volveremos a ver de nuevo.
Por cierto, el secreto de Miller es que desde el primer momento el australiano ha salido a la pista argentina con neumáticos de seco y settings para rodar sin lluvia.