La unión del Ángel Nieto Team con Yamaha y el SIC en el Campeonato del Mundo de MotoGP deja a Karel Abraham más que probablemente sin sitio. Entre los nombres que se barajan para ocupar el los asientos de este nuevo equipo satélite de la fábrica de los diapasones el suyo no es el que suena con más fuerza.
Por ello, Abraham sabe que tiene que buscarse otras opciones para atar su futuro lo antes posible porque aunque todavía quedan 10 carreras por delante en el mundial, las monturas disponibles cada vez son menos y no quiere pasarse un año en blanco.
"Tenemos dificultades y no sabemos por qué"
Karel Abraham no se cierra ninguna puerta. Sabiendo que encontrar un asiento en MotoGP es algo complicado no ha descartado otras opciones como Moto2 o incluso el Campeonato del Mundo de Superbikes. Entre las ofertas que se le presenten escogerá la mejor, de eso no tiene duda.
Sí que ha reconocido que quizá Moto2 sea la opción que más le asusta porque es una categoría en la que siempre hay varios pilotos luchando por cada plaza, los tiempos están muy ajustado y los pilotos son muy fuertes, así que no es una categoría que le resulte sencilla pero le gusta. Además cree que el cambio de fabricante de motores, con la entrada de Triumph, puede ser una ventaja para él.
Sea cual sea su futuro, el #17 está muy agradecido con el Ángel Nieto Team. Por un lado cree que el equipo tendrá una oportunidad fantástica junto a Yamaha para poder luchar en el futuro por las primeras posiciones y, por otro, sabe que ahora están dando lo mejor que tienen para que tanto él como su compañero Álvaro Bautista consigan los mejores resultados posibles.
El piloto checo es consciente de que los resultados no están siendo muy favorables para él ya que sólo suma cuatro puntos en la clasificación general, 40 menos que su compañero. No oculta que han estado teniendo muchas dificultades y que no saben el por qué pero siguen sin dar con la clave de la Ducati, a pesar de el buen hacer del equipo.
Abraham, que usa la montura de hace dos temporadas, cree que es una buena moto pero muy complicada de pilotar. Incluso en algunas ocasiones, tratando de ganar velocidad, reconoce que ha estado muy cerca del límite o sobrepasándolo ya que la rueda delantera y la parte frontal de la Desmosedici patinan mucho. También apunta a que la categoría está muy igualada, por lo que cuesta más conseguir puntos.
Para él MotoGP no tiene nada que ver con lo que era hace dos años, ya que ahora todas las motos están más cerca unas de otras pero no se desanima, y quiere seguir trabajando para hacer esta segunda mitad de temporada mucho mejor que la primera. De momento la siguiente cita será en su casa, Brno, y seguro que estará motivado para conseguir un buen resultado.