Se acabó el dilema. El secreto peor guardado en la categoría de MotoGP de los últimos años ha llegado a su fin cuando, irónicamente, Jorge Lorenzo ha anunciado que deja Ducati después de haber logrado su primera victoria con la Desmosedici precisamente en el Gran Premio de Italia.
La falta de adaptación a la moto del piloto balear y la falta de adaptación de la moto al piloto (que parece lo mismo pero no lo es), han acabado con la paciencia de ambas partes y Lorenzo ya planea su salida en 2019. Una salida que posiblemente le acabe por llevar de vuelta a Yamaha, a pilotar su amada YZR-M1 con la que logró sus tres títulos como Campeón del Mundo de MotoGP.
"Por desgracia en Ducati no me han creído hasta ahora"
"Mi futuro ya está decidido, ya lo dije el jueves y el resultado de hoy no lo va a cambiar", aseveró el 99. "Sé que con esta moto podría haber luchado por ser Campeón del Mundo. Ganar con Ducati era algo especial; vine para conseguirlo".
Consciente del esfuerzo hecho por Ducati, Lorenzo apuntó que "se invirtió mucho en mí, intentaron cambiar la moto para adecuarla a mi estilo" pero no le tembló la voz al asegurar que "no se ha conseguido al 100% porque en algunas cosas no me creyeron hasta ahora y ya no hay nada que hacer".
Preguntado sobre si su victoria cambia algo en los planes establecidos para su futuro, Lorenzo ha sido absolutamente tajante asegurando que "me da pena que las piezas que han llegado ahora no lo hayan hecho cuatro meses antes. Quizá si hubiera sido así ahora tendría tres o cuatro victorias y te podría decir que sigo con Ducati en 2019. Han llegado tarde y ahora, de casualidad, he ganado en Mugello, pero ya es demasiado tarde por desgracia y los dos próximos años estaré con otra moto".
Sobre lo que respecta a la cúpula de Ducati que hace sólo unos días ponía al piloto fuera de Ducati, Lorenzo apuntó que "tengo la impresión de que Paolo Ciabatti, Gigi del'Igna y Davide Tardozzi querían que me quedase", dejando entrever que la decisión de dejar marchar a Lorenzo fue culpa de Claudio Domenicalli, CEO de Ducati.
Preguntado sobre esa posibilidad el mallorquín con media sonrisa espetó un "no hay que decir mucho para saber". En cualquier caso Lorenzo asegura que "no guardo rencor" en referencia a las palabras de Domenicalli hace unos días diciendo que Lorenzo era un gran piloto que no ha podido sacarle el rendimiento a la Ducati. "Quedar 8 ó 9 años primero o segundo y algún año tercero no es casualidad. Era un buen piloto y un campeón, y lo sigo siendo".