Por un día, Jorge Lorenzo ha colgado su mono de cuero y lo ha cambiado por la ropa de trabajo, y lo ha hecho dejando a un lado las motos en favor de los coches. El lugar escogido por el tres veces Campeón de MotoGP ha sido la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona), aprovechando que el SEAT León Cupra es el coche que el equipo oficial Ducati tiene como vehículo de empresa.
Ya que estaba por allí el mallorquín se ha dedicado a matar el tiempo participando activamente en el proceso de ensamblaje de uno de los SEAT León Cupra, donde ha compartido parte de la jornada con unos trabajadores que estaban alucinados con una visita que desconocían completamente.
300 caballos de Cupra de empresa
Después de recorrer las instalaciones acompañado por Steffen Reiche (director de la fábrica), Lorenzo aseguró haberse quedado impresionado con toda la tecnología que hay en la planta, "parecía que estaba en la fábrica de Transformers" refiriéndose a los más de 2.000 robots que se dedican a montar los coches de la marca.
"Es increíble que cada 40 segundos salga un coche, el proceso de planificación necesario se parece al que usamos en competición", aseguraba Jorge al comprobar el ritmo al que se montan los coches. Al final del día el mismo León en el que Lorenzo había participado se vinilaba con el 99 y se entregaba al piloto para convertirse en su coche particular.
"Los coches son una de mis pasiones, y el León Cupra me parece un coche con un rendimiento excepcional”, declaraba el 99 antes de irse montado en su nuevo bólido de 300 caballos, el coche más potente de la compañía española.