Silva, de 25 años, sabe lo que es correr en MotoGP, ya que la temporada pasada estuvo a los mandos de una Ducati de d'Antin en las citas de Holanda, Inglaterra y la propia República Checa.
El piloto catalán se ha mostrado muy entusiasmado con esta oportunidad de subirse a la Desmosedici GP7 junto a Álex Barros, y espera realizar un gran papel teniendo en cuenta el gran rendimiento de Ducati y Bridgestone en lo que va de temporada.
Vía | Marca