Durante el Gran Premio de Catar de ayer pudimos comprobar como a pocas vueltas del final que Jorge Lorenzo sufría un bajón de rendimiento que le impidió incluso luchar por la victoria. Visto desde fuera, tenía toda la pinta de haber sufrido un desgaste excesivo de las ruedas tirando de la cabeza de carrera durante tres cuartas partes y no poder por lo tanto mantener el ritmo. Sin embargo y como podéis ver en la foto, fue un problema que le trajo de cabeza.
Efectivamente la foto muestra lo que es: la espuma de la parte superior del casco desprendida y tapando casi la mitad de la pantalla. Precisamente la mitad superior, una de las zonas más necesarias para la óptima visión en circuito. Lo digo para que aquellos que piensen que es una escusa barata y no debe ser tan molesto, se fijen en la siguiente foto por dónde tiene que mirar los pilotos la siguiente curva.
Si todavía no lo ven claro, una opción es que salgan el próximo día con la mitad de la visera tapada e intenten conducir normalmente. Bueno normalmente no, que ellos estaban frenando por encima de los 330 km/h y peleando codo por codo por cabeza de carrera.
La verdad es que ha sido un verdadero infortunio lo que le ocurrió a Jorge Lorenzo a pocas vueltas del final y, como reza el título, parece todo lo contrario a la máxima de las marcas en competición que es ganar el domingo para vender el lunes. En este caso hoy HJC estará en boca de medio mundo, pero no por haber subido a lo alto del podio. Eso sí, Lorenzo ha sido bastante comedido en sus declaraciones:
Ha sido una carrera difícil. Después de la primera vuelta, me encontré en el segundo lugar y seguí a Dovizioso. Era más rápido y le pasé donde pude en las curvas rápidas. En velocidad y frenada la Ducati era mucho más fuerte que nuestra moto, pero podía recuperar parte de la velocidad en la curva mientras que la aceleración era muy similar.Para ser honesto, pienso que podía haber ganado la carrera, a pesar de que seguramente no iba a ser fácil porque Valentino tenía un ritmo muy fuerte al final de la carrera. Me sentía mejor y mejor, pero de repente la espuma de la parte superior del casco se desprendió y cayó así que perdí la mitad de mi visión. Ya no podía ver muy bien las curvas y no podía concentrarme y rodar como antes, perdiendo medio segundo o más por vuelta. En una carrera en la que, como mínimo que podía luchar por la victoria, he acabado terminando en cuarto lugar.
Por cierto, como bonus, así quedó el freno delantero de Álvaro Bautista después de que Marc Márquez volviese a sacar las tijeras en carrera:
Foto | Lorenzo99pics, Movistar Yamaha, Alvaro Bautista
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