El futuro de Marc Márquez en MotoGP más allá de 2024 y el riesgo de que Gresini Racing sea el único plan fuera de Honda
El futuro de Marc Márquez está en juego. Si el '93' cumple su palabra, en las próximas horas deberíamos conocer qué hará la próxima temporada, con las opciones de mantenerse en Honda y fichar por Gresini Racing como las dos alternativas que parecen contar con más probabilidades para 2024. Pero, ¿Qué va a hacer Marc Márquez en 2025?
El actual contrato de Márquez con Honda expira el 31 de diciembre de 2024, y da la sensación de que con Gresini Racing solo firmaría por una temporada. Es decir, los dos caminos llevan a un mismo punto: Márquez tendrá que buscar un nuevo equipo de cara a 2025, y los movimientos del mercado de MotoGP invitan a temer por el futuro del '93'.
KTM no parece que tenga ningún proyecto serio para Márquez
2024 son los árboles, pero el bosque está en 2025 cuando nos referimos al futuro de Marc Márquez. Opte por cumplir su último año de contrato con Honda o por fichar por Gresini Racing para la próxima temporada, da la sensación de que tan solo será un parche, un año de transición hasta el verdadero futuro de Marc Márquez. Y ahí es donde escasean las opciones.
Todos dábamos por hecho que Márquez estaría en KTM en 2025. Parecía el negocio redondo. Un piloto súper élite para potenciar un proyecto al alza que solo necesita ese último empujón, y como guinda el patrocinio de Red Bull, sponsor común de ambas parte. Pero de repente la puerta naranja parece cerrada.
KTM ha renovado a Brad Binder hasta 2026, a la vez que ya tiene firmado un acuerdo para que Pedro Acosta suba al equipo de fábrica en 2025. Es decir, KTM ya tiene adjudicadas sus dos motos oficiales para esa temporada, y resulta absurdo pensar que vaya a romper ninguno para hacerle hueco a Márquez: si ese fuese el plan, directamente no los habrían firmado.
Se comentó la posibilidad de que el vínculo de Márquez con KTM fuese a través de MV Agusta, que tiene muchas papeletas de entrar en MotoGP con moto parcialmente propia en 2025. Pero no tendría sentido por parte del '93' dejar de desarrollar la Honda para ponerse a desarrollar una MV Agusta que sería una completa incógnita.
A estas alturas de la película, pareciera que el supuesto interés de KTM en Márquez solo se ha limitado a querer vincular el nombre más mediático de MotoGP a una marca en reconstrucción como MV Agusta. Pero, visto desde fuera, no parece que KTM tenga ningún proyecto serio que proponerle a Márquez.
En la opción de ir a Yamaha no merece la pena ni detenerse. La marca de Iwata está igual de mal o incluso peor que Honda, con el añadido de que además la filosofía de motor cuatro en línea y la dulce M1 difícilmente permitiría a Márquez sacar su mejor pilotaje. Es imposible que el de Cervera fiche por Yamaha.
Márquez podría tirar a la fuerza la puerta de Ducati fichando por Gresini Racing
Así que vamos con la vía italiana. La situación con Ducati parece en el mismo punto en el que ha estado en los últimos años: los de Borgo Panigale están ganando y tienen una estructura que funciona en la que no necesitan meter a un gallo como Marc Márquez, y mucho menos asumiendo el sueldo del octocampeón.
Además, da la sensación de que la figura de Valentino Rossi cada vez está ganando más peso dentro de Ducati. Solo hay que ver como la Desmosedici pata negra que quedaba libre en Pramac Racing ha sido adjudicada a Franco Morbidelli, a pesar de dos años y medio terribles en el equipo oficial de Yamaha.
La jugada parece clara: Ducati quiere mantener sus ocho motos en pista, y el VR46 es el equipo que más presionado está para desvincularse de Borgo Panigale y darle a Yamaha el ansiado equipo satélite. Por eso Ducati estaría cediendo ante las plegarias de Rossi, y no hace falta ni dudar que entre ellas estaría que Márquez no pilote una Ducati, al menos oficial.
¿Podría Márquez abrir por la fuerza la puerta de Ducati en 2024 ganándole el mundial al equipo de fábrica con una Gresini Racing? Pues en teoría sí, pero en la práctica tendría que haber cierta complicidad en Borgo Panigale. Por muy privado que sea Gresini Racing, hay cosas que entran en ese box y solo en Ducati pueden manipular.
La opción más viable parece Aprilia. No hay grandes pegas para ir a la marca de Noale, salvo quizá una: Aprilia es la marca con el presupuesto más bajo de MotoGP, y además con cierta diferencia. Aunque el proyecto funcione, sigue pareciendo demasiada poca cosa para Márquez, que además probablemente tendría que renunciar a parte de su estatus.
Por otro lado, la Aprilia yamahea. Es decir, dentro de las motos con motor V4, es la más dulce, la menos salvaje y la que más pide un pilotaje sobre raíles. Todo lo contrario a lo que ofrece Márquez. Quizá por eso los rumores colocan a Fabio Quartararo como el piloto que aterrizará en Aprilia para 2025.
¿Y si renovar con Honda es el único camino abierto?
Solo hemos repasado las opciones de ser piloto de fábrica, pero por supuesto que Márquez podría ser satélite, como quizá ya ocurra en 2024. Sin embargo, sigue sonando raro que un piloto como Márquez, con solo 30 años, vaya a desarrollar el resto de su carrera como piloto satélite, aunque sea con motos pata negra.
Ser piloto satélite conlleva no tenerlo todo bajo control, y ese es un riesgo que Márquez puede asumir como apuesta una temporada, pero no más. Además, hoy por hoy ganar con una satélite solo es posible en Ducati, y ahí volvemos a lo mismo: los pilotos de Pramac los elige Ducati, en el VR46 ni en pintura y solo quedaría Gresini Racing.
Un momento, queda una última opción. ¿Y si Marc Márquez renueva con Honda más allá de 2024? Desde luego, escuchando sus palabras, hoy parece tan poco probable como un eventual fichaje por Yamaha, o incluso menos. Pero echando un vistazo al mercado, no solo parece la senda más transitable, sino que casi es la única.
A sus 30 años, Marc Márquez está a punto de tomar la última decisión clave de su carrera como piloto profesional, y ahora mismo cuesta vislumbrar la opción que le vaya a permitir recuperar la senda triunfal que dejó aparcada aquella calurosa tarde de julio de 2020 en Jerez. ¡Qué haya acierto!