Si las cosas siguen así, Maverick Viñales y Valentino Rossi tendrán que despedirse de la lucha por el título. Eso mismo dijeron los pilotos del Movistar Yamaha tras acabar la carrera del Gran Premio de Austria donde terminaron en la sexta y séptima posición respectivamente, a más de siete segundos de la cabeza de carrera y por detrás de la Yamaha Tech3 de Johann Zarco.
Los problemas de la casa japonesa vienen de lejos, sin embargo, mas allá de solucionarlos, parecen haberse estancado. El principal conflicto viene de la opuesta opinión entre los pilotos y la propia fábrica, mientras Yamaha acusa a Michelin como principal causante de sus resultados, Rossi y Viñales apuntan que las soluciones tienen que llegar directamente desde Japón.
"Así no se pude luchar por un mundial"
"No es muy inteligente pensar en ganar el mundial cuando haces séptimo. Primero hay que ser competitivos", decía Valentino Rossi a la prensa tras la carrera del Austria. El italiano terminó en la séptima posición tras sufrir mucho por mantener un rimo constante que le permitiera no seguir perdiendo puestos.
Por su parte, Maverick Viñales decía: "Carrera a carrera se están escapando las posibilidades de título. Con cuartos y sextos puestos no se puede luchar por un Mundial. En la carrera hice el máximo, no podía hacer más. Di lo mejor que podía. Es frustrante que sintiéndote bien pilotando, tus oponentes se vayan yendo".
El catalán achaca la falta de aceleración de la Yamaha como principal problema, sin embargo no encuentra explicación al por qué: "Al principio de temporada llevaba mucha más potencia, es difícil de interpretar. Zarco lleva una Yamaha igual y aceleraba bastante bien. Hay que fijarse en Tech3 para ver qué están haciendo diferente"
Para Viñales el principal problema de su rendimiento es la falta de aceleración
Y coincidiendo con Rossi, Viñales se despide del título si no consiguen cambiar: "Así no se pude luchar por un mundial, haciendo sextos. Hay que estar delante cada carrera e intentar ganarla". El catalán comenzó la temporada con dos victorias, pero ahí se acabó su buena racha y por el contrario sus rivales comenzaron a crecer. Ha sido el caso de Dovizioso o Márquez.
La contraposición viene cuando llegan las declaraciones por medio del comunicado oficial de Movistar Yamaha, aquí la versión de los pilotos cambia. Tanto Viñales como Rossi echaban la culpa de la mala carrera realizada al neumático trasero. "La culpa era del neumático trasero, traté de calmarme y hacer que funcionara hasta el final, pero era totalmente imposible", decía Mack.
Las palabras de Rossi eran muy parecidas a las del español: "Por desgracia, hemos gastado demasiado el neumático trasero, por lo que perdimos mucho rendimiento y velocidad. A partir de ese momento fue muy difícil controlar la moto, sufrí demasiado por la falta de agarre".
Es entonces cuando hay que plantearse que camino debe de tomar el equipo para poder poner fin a todas las dificultades. Mientras que los pilotos achacan a la fábrica que tienen que ser ellos quienes tienen que empezar a hacer cambios, Yamaha se queda exenta de culpa señalando a los neumáticos como los detractores de sus rendimientos.
Sólo queda por fijarnos en el trabajo del resto de casas. Cuando empezó el año todos sufrían con las gomas francesas, sin embargo el resto de equipos parece haber encontrado el punto de adaptación. Un gran ejemplo es Honda, quienes con el paso de las carreras se van posicionando cada vez más como favoritos.
La semana que viene llega el Gran Premio de Inglaterra, y Yamaha se enfrentará a otra prueba de fuego. Una pista donde, a priori, la meteorología acompañará a la fábrica (los peores resultados los han obtenido donde las gomas están expuestas a altas temperaturas). El año pasado, fue Viñales el campeón en Silverstone.