Dani Pedrosa, el "bajito" que deslumbró en minimotos y se convirtió en samurái de MotoGP

Rodeado de un sinfín de informaciones en las últimas semanas, que le situaban en varios equipos e incluso en otras competiciones, hoy Dani Pedrosa ha decidido poner fin a todos los rumores confirmando su retirada al final de esta temporada del Campeonato del Mundo de MotoGP.

El #26 pondrá fin a su carrera tras 18 temporadas dentro del mundial de velocidad. La falta de motivación y el cambio de prioridades en su vida le ha llevado a decidir que éste era el mejor momento para retirarse y dejar de vivir la vida a más de 300 kilómetros por hora.

Primeros años sobre dos ruedas

Daniel Pedrosa Ramal nació el 29 de septiembre de 1985 en Sabadell, Barcelona, en el seno de una familia humilde. Por aquel entonces, ni sus padres ni él mismo, podían imaginarse que llegaría a convertirse en toda una leyenda del motociclismo mundial.

Su primera moto le llegó con cuatro años. Era una Italjet 50 de motocross en la que al principio incluso necesitó un par de ruedas a los lados como apoyo. Dos años más tarde montó su primera pocket bike, réplica de una Kawasaki.

En 1996 comenzó a participar en el Campeonato de España de Minimotos, en donde acabó segundo y, al año siguiente, tercero pero a sólo 8 puntos del líder. Pese a tener una temporada complicada por el dinero que suponía para su familia la competición, en 1998 ya no se le escaparía el título.

Pero ese no fue su premio más grande, lo mejor de ese año fue que Alberto Puig se fijó en él y le eligió para hacer las pruebas para la Movistar Activa Cup pese a quedar por detrás de otros pilotos más rápidos. Terminó octavo y eso que hasta ese momento todas las minimotos que había montado eran automáticas y tuvo que habituarse rápido al cambio de marchas.

Además, nadie podía creer que fuese capaz de pilotar aquella moto, ya que él era tan bajito que no llegaba al suelo con los pies; pero el Movistar Junior Team confió en él y se lo llevó al Campeonato de España de Velocidad en el 2000 para finalizar en cuarta posición. Más que suficiente para dar el salto al mundial. La elección con Pedrosa fue la correcta.

Los primeros triunfos en 125 cc y 250 cc

Ya en su primera temporada en el Campeonato del Mundo de Motociclismo consiguió subir al podio en dos ocasiones. Firmó dos terceros puestos en Valencia y Motegi y acabó el año siendo octavo en la general. Su buena actuación y los 100 puntos que sumó le sirvieron para proclamarse como el mejor rookie de la categoría.

La temporada siguiente, que comenzó con una pole del joven Pedrosa en Japón, subiría nueve veces al podio de las cuales tres fueron victorias. La primera carrera que logró ganar fue en Assen, circuito que desde entonces se ha convertido en especial para él a pesar de que, curiosamente, nunca volvió a vencer allí en el resto de su carrera.

Tuvo que esperar a 2003, el que fue su último año en la categoría del octavo de litro, para ganar el título. Pero no todo fueron buenas noticias, ya que sólo seis días después de proclamarse campeón en Malasia comenzó su particular historia con las lesiones. Algo que a la postre marcó toda su carrera. En aquella ocasión se fracturó los dos tobillos en los entrenamientos de Phillip Island.

El piloto español sólo pasó dos temporadas en la categoría intermedia pero no lo pudo hacer mejor ya que se llevó los dos títulos. Esto le llevó a convertirse en el primer piloto capaz de ganar consecutivamente los dos títulos de las dos categorías inferiores y en el bicampeón más joven.

El joven Dani había ganado en poco tiempo el cariño de casi toda la afición de su país y parte del extranjero, unos increíbles mano a mano contra Jorge Lorenzo (y una enemistad que, a día de hoy, está más que olvidada) y la confianza plena de Honda que no dudó en subirle a la categoría reina.

La lealtad entre Repsol Honda y Pedrosa en MotoGP

En 2006 hizo su debut en MotoGP como compañero de Nicky Hayden, al que ayudaría a final de temporada para que pudiese lograr el título. Dani tuvo opciones de luchar por él, pero una lesión durante el Gran Premio de Malasia le obligó a no poder terminar el año como él hubiese querido. Aún así nadie le quitó de ser el mejor rookie acabando en quinta posición en la general. Sumó 215 puntos y se llevó las victorias de China y Gran Bretaña.

Al año siguiente la progresión del piloto español fue notoria pese a que el Repsol Honda estaba sufriendo problemas con los neumáticos Michelin. Logró el subcampeonato por detrás de Casey Stoner y por delante de su compañero de equipo Valentino Rossi.

Incluso teniendo ofertas de otros equipos y con el mal momento que empezó a vivir la marca del ala dorada, el #26 decidió quedarse en el seno de HRC como muestra de gratitud. Lo que no sabía es que quienes no le respetarían serían las lesiones; en la pretemporada de 2008 se fracturó la mano derecha y durante el GP de Alemania de 2009 la izquierda.

A pesar del dolor y por tanto de no obtener siempre los resultados que él quería se mantuvo los dos años como el tercer mejor piloto del campeonato. Así, continuó sumando podios y victorias y solucionó sus problemas con los neumáticos con el cambio a Bridgestone, con los que siempre declaró sentirse más cómodo (incluso cuando los Michelin volvieron al campeonato).

Su segundo subcampeonato de MotoGP llegó en 2010 por detrás de un imparable Jorge Lorenzo que sorprendió a todos sobre la Yamaha oficial. De hecho la diferencia entre ambos a final de temporada fue de 138 puntos pese a todos los esfuerzos de Honda por plantar cara a la moto de Iwata.

Fue 2011, tras además del de su debut, el peor año en la MotoGP hasta entonces. Aunque comenzó con buen pie e incluso en Italia consiguió la triple corona (pole, vuelta rápida y victoria) su temporada se truncó por las numerosas caídas y lesiones y tuvo que conformarse con la cuarta plaza.

Tras la tormenta siempre llega la calma y le sirvió para que 2012 fuese su mejor temporada en MotoGP. Además de volver a terminar segundo en la clasificación general, fue el piloto que más veces ganó con siete victorias. Sus buenos resultados le llevaron a pelear por el campeonato hasta el final contra Lorenzo.

De esa temporada fue memorable su increíble actuación en Valencia, en donde tuvo que salir desde el pit-lane y acabó demostrando todo su talento y pundonor llegando a lo más alto del podio. Su victoria más triste, quizá, por no poder llevarse el premio final pero sin duda donde se ganó el respeto de todo el paddock, si es que quedaba alguien que no se lo tuviese ya.

A partir de 2013 las lesiones han sido un continuo handicap para Pedrosa. Ha pasado en innumerables ocasiones por el quirófano, la última tras el Gran Premio de Argentina de este mismo año, y su cuerpo se ha ido resintiendo con el paso del tiempo. Pero incluso así su peor resultado fue la sexta posición a final de temporada en 2016.

Honda le devolvió el favor y la lealtad que él había demostrado y, pese a los rumores que había cada año de ofertas a otros pilotos, siempre quiso contar con el español en sus filas. La experiencia y la forma de entender la moto de Pedrosa les había llevado hasta allí y merecía continuar en el asiento de la RC213V.

El adiós a Honda y al mundial

Las alarmas de su posible retirada comenzaron a sonar cuando la fábrica nipona anunció su ruptura con el #26 hace apenas un mes. La única esperanza para sus seguidores era el nuevo equipo satélite que Yamaha va a formar, pero no había ninguna información precisa.

Cada vez pareció más cerca de hacerse realidad con las buenas palabras que desde la fábrica de los diapasones dijeron de Pedrosa e incluso ambas partes reconocieron negociaciones. Una rueda de prensa fallida antes del GP de Catalunya volvió a disparar todas las dudas. ¿Había llegado el momento del adiós del catalán porque no tenía asiento?

Nada más lejos de la realidad y así lo admitía hoy Jorge Martínez "Aspar", que será asesor del SIC Yamaha. Ellos pusieron todo lo que Dani pedía para firmar (se presupone que una M1 oficial y un sueldo acorde a su palmarés) pero fue Pedrosa quien en última instancia dijo que no. La falta de motivación y el tener otras prioridades en su vida han hecho que ponga fin a su carrera deportiva.

Su falta de ganas y la preocupación por resolver su futuro han influido en sus resultados, sólo hay que ver su duodécima plaza en la general para confirmarlo. Ahora, tras reconocer que estaba contento por poder poner fin al culebrón, le toca disfrutar de las 11 carreras que quedan por delante para acabar su andadura en el mundial como todo campeón merece.

Sin duda se va uno de los mejores pilotos a nivel técnico de la historia, como quisieron señalar hoy los pilotos a los que tantas veces se ha medido. Eso, sumado a sus títulos y su importancia en el paddock, le vale para que en Valencia se vaya a reconocer su talento como Leyenda de MotoGP.

Pedrosa no afilará más su katana cuando acabe la temporada pero su leyenda ya es eterna por su "respeto, honestidad, valentía, rectitud, lealtad, honor, benevolencia", tal y como versa la literatura samurái.

Fotos | Repsol Honda