Control absoluto de ritmo, neumáticos y rivales: así gestó Andrea Dovizioso la victoria en Brno
Andrea Dovizioso ha vuelto de las vacaciones por todo lo alto. Tal y como hizo en el inicio de temporada en Catar el italiano volvió a subir a lo más alto del podio en el Campeonato del Mundo de MotoGP con el Autódromo de Brno como testigo.
Dovizioso dió así un golpe sobre la mesa no sólo para acercarse a las Yamaha en la general, también para disipar las dudas en su propio box en el que la mejora del rendimiento de Jorge Lorenzo y su cruce de declaraciones con el mallorquín estaban comenzando a pesar.
Sus rivales ya lo advirtieron antes de la carrera
Con un dominio casi total de la carrera, ya que lideró durante 18 de las 21 vueltas completadas, Andrea Dovizioso se mostró ayer más que contento con su segunda victoria de la temporada. Y no es para menos, ya que a pesar de llevar un año discreto (especialmente si comparamos con el año pasado) durante el fin de semana pudimos ver al 'DesmoDovi' más auténtico.
Con su victoria, además, igualó a su compañero Jorge Lorenzo tanto en número de podios como de carreras ganadas este año. El italiano consiguió ayer vencer por segunda vez en 2018 y fue su tercer podio, tras terminar como segundo clasificado en Italia.
Durante todo el fin de semana del Gran Premio de la República Checa sus rivales le estuvieron señalando como el favorito y no era para menos. Además de los problemas de desgaste de neumáticos que estaban sufriendo todas las marcas, y que suele beneficiar a Ducati, el italiano fue el que mejor ritmo mostró en los entrenamientos.
El trabajo de Dovizioso, que guardó silencio durante todo el fin de semana, y su equipo consistió desde el viernes precisamente en probar todas las gomas, su desgaste y su rendimiento con la Desmosedici, especialmente en las horas de más calor. Eso no le dió los mejores tiempos, pero sí la estrategia que usó posteriormente en la carrera. Además, por si fuera poco, consiguió volar en el cronometrado del sábado para hacerse con la pole, posición que no conseguía desde el GP de Malasia de 2016.
La superioridad que el #04 mostró en carrera fue notoria ya en las primeras vueltas, ayudado también por la estrategia de sus rivales para no desgastar las gomas demasiado pronto. Supo marcar el ritmo que quiso y cuando Valentino Rossi se le puso por delante en el segundo tercio de la prueba vió que era el momento de dar un paso adelante.
Subió el ritmo y pese a que llegaron hasta él Marc Márquez y Jorge Lorenzo volvió a demostrar que tiene perfectamente estudiados los movimientos de sus rivales, tanto en el momento de frenarlos tapando el hueco por donde van a entrar como en el de adelantarlos en el momento preciso para que no se la devuelvan.
La estrategia volvió a quedar patente cuando, en las tres últimas vueltas, con menos agarre y los neumáticos ya desgastados, bajó de nuevo a tiempos de 1'56 por giro (igual que el momento de deshacerse de Rossi) para asegurarse la victoria. Pudo haberse llevado la vuelta rápida y lograr la triple corona del fin de semana, pero se la arrebató Lorenzo en el último instante intentando alcanzarle.
Tanto su compañero como Márquez aseguraron después que quizá les faltaron unas vueltas para poder hacerse con la victoria y relegar a al italiano a otro puesto del podio. Pero posiblemente eso estaba también entre los cálculos del #04, que pareció seguir un guión durante toda la carrera en el que tenía todos los cabos más que atados.
Dovizioso, que aseguró en el parque cerrado que fue la carrera perfecta, firmó así una victoria muy importante. Por un lado, los 25 puntos de ayer le sirvieron para colocarse en tercera posición en la clasificación general en donde ahora suma 113 puntos, a 19 de Valentino Rossi y superando por cuatro a Maverick Viñales. Su objetivo es quedar por encima de las Yamaha, ya que la lucha por el campeonato sabe que está complicada con Márquez en 181 puntos.
Por otro lado también dió un golpe sobre la mesa en Ducati y en su relación con Lorenzo. El italiano se estaba comenzando a sentir cuestionado por su bajada de rendimiento, ya que el año pasado se disputó el campeonato con el #93 hasta el último momento, y aunque todavía está lejos de esos resultados Brno le ha servido para resurgir.
Ahora queda ver si con este importante plus para su 'método psicológico' le sirve para encarar el Gran Premio de Austria del próximo fin de semana con actitud positiva. Allí también tendrá que gestionar la presión de ser favorito, no sólo por esta última victoria sino porque fue el vencedor de la temporada pasada y todos le ven como el rival a batir.