Estamos acostumbrados a ver a los pilotos de MotoGP prácticamente todas las semanas. Si no es en carrera es en las redes sociales, y hay quienes se atreven con sus propios vlogs, como es el caso de Aleix Espargaró. El de Aprilia ya no es solo piloto mundialista, ahora es también 'youtuber' y a juzgar por sus cifras, no le va nada mal para haber empezado hace poco.
De la vida privada de los pilotos sabemos más bien poco; pues llega el de Granollers y nos abre de par en par las puertas de su casa... Pero lo que más nos interesa hoy aquí no es su casa, sino su garaje que más bien se podría decir que es un museo de culto para los motoristas.
Guarda dos MotoGP en su oficina
Desde que inició su aventura como youtuber ya ha colgado tres vídeos y ya acumula casi 600.000 visitas. Sabíamos de él que vivía en Andorra, que le gusta el ciclismo o que tiene dos hijos... Pero una de las mayores joyas de la vida privada del piloto que ahora expone es su "41 Team Workshop", un auténtico lugar de culto para todo aficionado a las motos.
En una nave en un lugar de Andorra de cuyo nombre no quiero acordarme... Allí dentro hay un auténtico cuartel general. Levanta la puerta del garaje y... Menudo museo, preparado al detalle, impoluto, extremadamente ordenado. Allí los fans de las motos se volverían prácticamente locos.
Aleix va abriendo paso y enseñándonos todo el material que guarda allí: desde su primera moto que estrenó con cuatro años, pasando por bicis de competición de unos cuantos miles de euros, motos de cross, de enduro y hasta dos MotoGP.
En su templo, su "lugar favorito del mundo" va guardando todos los monos de competición que ha tenido a lo largo de su carrera. Parece una tintorería, todos colgados, impolutos y guardados en una bolsa de plástico. Sería difícil decir cuántos hay a primera vista, pero cerca de 100, seguro. Junto con la colección de cueros también guarda botas, cascos firmados por pilotos, guantes, material de ciclismo...
Lo que no tiene que ver con las motos también mola: dos buggies de Can-Am, bicicletas de competición... Y lo que más nos podría llamar la atención: motos. Motos por un tubo. De todos los tipos, colores, cilindradas y disciplinas. Desde minimotos, pasando por las 250 cc de entreno y hasta motos de motocross. Todo metódicamente recogido y ordenado.
Sobre un altillo se aprecian nueve motos. En realidad no son con las que ha competido sino que a lo largo de los años ha ido comprando en Japón las motos de serie con las que ha competido y las ha revestido con la librea de los equipos por los que ha pasado. No faltan las motos del Pramac, la CRT del Aspar Team, la del Forward Open, y hasta la Suzuki y dos Aprilia de MotoGP.
Las dos joyas de la corona de su cuartel general están en el piso de arriba, a buen resguardo. La primera de ellas es una de las motos con las que más ha disfrutado en su carrera: una Aprilia RS 250 que pilotó durante dos años en 2009, y cerca de ella, una auténtica MotoGP con la que se subió al podio en Silverstone y Aprilia decidió regalarle la RS-GP en forma de agradecimiento y reconocimiento.