En su primer año como piloto de Aprilia, Aleix Espargaró ha finalizado una temporada llena de altibajos. Los resultados llegaron sorprendentemente rápido llevando a la RS-GP hasta unos meritorios sextos puestos durante los Grandes Premios de Qatar (con una gran remontada) y Aragón, y realizando algunas buenas sesiones de clasificación durante el año.
Pese a esto, un total de ocho abandonos entre caídas y numerosos problemas mecánicos, además de no poder correr en Malasia por lesión, han llevado al de Granollers a no estar en absoluto contento con el décimo quinto puesto cosechado a final de temporada y lo ha catalogado como "un año muy malo porque los puntos del campeonato no han sido buenos" en declaraciones a Autosport.
"Puede que sea demasiado apasionado, pero quiero estar delante"
Esta afirmación la hace exclusivamente por haber sumado 62 puntos en 18 carreras, una renta bastante escasa aunque puesta en perspectiva no demasiado lejos de los 82 puntos logrados por Álvaro Bautista en 2016 durante su segundo año como piloto de la fábrica de Noale.
Lo cierto es que la RS-GP ha dado un gran paso adelante y la ayuda de Espargaró ha sido determinante a la hora de avanzar en la puesta a punto y sacarle todo el provecho a un chasis que el piloto tildó a principio de temporada como excelente.
"Quizá debería ser un poco menos apasionado", aseguraba Aleix, "sé como soy y quiero estar con los top". Esta afirmación denota que carrera tras carrera han estado pilotando sobre el filo de la navaja, buscando el extremo de la moto y cometiendo más fallos de la cuenta, lo que le ha privado de conseguir un mejor balance a final de temporada.
En lo referente a su nueva marca, 2018 debería ser el momento de la consolidación y cree que Aprilia debería ajustar un poco los objetivos. "Yo quiero luchar por estar cerca del podio en cada carrera y quizá no tengamos un paquete lo suficientemente competitivo", subrayaba.
Algunos de los cambios que el mayor de los Espargaró cree que pueden introducir en su Aprilia se centran en cómo la moto se comporta durante la primera parte de la carrera porque "con el depósito lleno no puedo tirar como quisiera", señalando a un comportamiento demasiado torpe a la entrada de las curvas.
Ahora Aleix asegura que quiere olvidar la temporada 2017, "ha sido muy difícil para mí. Demasiadas caídas, demasiados problemas mecánicos y una lesión después de muchos años sin ninguna relevante. ¡Quiero que a nueva temporada empiece ya!", señalaba ansioso.
En el otro lado de la balanza se colocaba Romano Albesiano, el jefe de equipo de Espargaró en Aprilia, declarando que pese a que los puntos no han acompañado y no está contento al menos ha sido un año en el que Aleix ha disfrutado: "Estoy satisfecho con el nivel que ha conseguido la RS-GP. En 2018 creo que podremos conseguir grandes resultados y pelear por el top6 en el campeonato".