Todo en esta vida tiene un porqué. Pocas decisiones se toman al azar, y eso también es aplicable a nuestro mundo, al de las motos. El mundo está lleno de porqués, y hoy te venimos a contar uno de los más curiosos: el motivo por el que a Kawasaki se le reconoce por el vistoso verde lima.
No es casualidad que las ZX-10RR de Jonathan Rea y Alex Lowes sean verdes. O que todos los modelos deportivos de la marca con el kit KRT sea verde lima. Hay una historia detrás, una leyenda de rebeldía sobre cómo Kawasaki pensaba que las supersticiones son ridículas e inútiles.
"Desafiaron convicciones, fueron con lo que no era racional"
La publicidad envuelve todo lo que nos rodea. Aquí también, en las motos, en nuestro día a día... Todo. Y el característico verde lima de Kawasaki también tiene mucho que ver con ellos. Hay que remontarse muchos, muchos años atrás, a 1969, para poder llegar a entenderlo.
Y un lugar: las 200 Millas de Daytona. La casa de Akashi inscribió un equipo para participar en la carrera americana, que en ese momento era la más importante de dos ruedas en Estados Unidos. Una oportunidad perfecta para que los japoneses se luciesen y vendiesen más motos de calle.
Tenían un problema, y es que no eran lo suficientemente visibles, literalmente. Sus colores no eran llamativos y pasaban desaparecidos. Así que su director de ventas tiró de estrategia marketiniana para revertir la situación.
Cerca de allí había un famoso taller de pintura para coches y motos regido por Rollin 'Molly' Sanders. El joven trabajaba con motos custom y otras muchas máquinas... Y fue él quien propuso al equipo utilizar un color verde lima llamativo, con el que todo el mundo se dislocaría el cuello con tal de apreciar la belleza de ese color tan chillón.
El problema era que era un color no apto para supersticiosos. El verde lima se asociaba con la mala suerte, y por eso ningún otro equipo había revestido a sus motos con ese color. Hasta ese día que el joven pintor lo propuso, y Kawasaki aceptó la propuesta de hacerse destacar entre los demás, aún a costa de aceptar el riesgo de la 'mala suerte'. Y les funcionó.
"Se decía que el verde lima traía mala suerte a esa pista y que bajo ningún concepto debías correr con un vehículo de ese color", comentan en Kawasaki Italia. La cuestión radicó en que "el equipo contactó con la casa matriz en Japón, explicando que, siendo ingenieros, solo valoraban fórmulas matemáticas y pensaban que las supersticiones eran ridículas e inútiles", narran.
Así, las motos de Kawasaki que corrieron en las 200 Millas de Daytona fueron recubiertas con el llamado 'Kawasaki Racing Green'. A partir de ese momento, Kawasaki decidió adoptar el color para todas sus motos deportivas, convirtiéndolo en una especie de icono que dura nuestros días, 54 años después.
El color nació "de mutuo acuerdo" pintar las motos de verde para Daytona. Lo hicieron, "desafiaron convicciones, fueron con lo que no era racional", y que también les sirvió para mantener viva a la empresa con el mismo espíritu hasta hoy.
Así, la primera moto con ese color fue la Kawasaki F21M, una scrambler de 238 cc que se sacó en ese mismo año. Y hasta hoy.