A la terrible crisis que provocó en todo el mundo el COVID se ha unido ahora la escasez de magnesio. Un material de lo más utilizado en la industria automotriz para crear aleaciones de acero y aluminio. Esta escasez se uniría a la falta de chips, provocando un serio colapso en los planes de futuro de muchas empresas, entre ellas la que afecta al sector de las motos o al del automóvil.
El foco principal de esta crisis es China, uno de los mayores productores de este material del mundo, y que atraviesa una grave crisis energética. A ello se le unen las tensiones comerciales y el encarecimiento en los transportes marítimos, creando un "caldo de cocción" perfecto para una crisis hasta ahora nunca vista.
Precios desorbitados y excesiva dependencia de China
Como nos explica La Razón en su web, la producción de magnesio y otros materiales, se ha reducido drásticamente o directamente se ha detenido, por el objetivo de Pekín de reducir las emisiones contaminantes. Un hecho que ha provocado no solo falta de suministro sino también una escalada de precios de lo más importante.
Una de las razones que explican el porqué esta crisis afecta tanto a Europa es porque el 95% del magnesio utilizado en el territorio europeo procede de China. Su falta de suministro está provocando importantes retrasos a una industria ya castigada desde hace meses como es la automovilística o a la motera, por la falta de semiconductores.
El problema actual es que las fábricas chinas están parcialmente cerradas debido a la escasez de energía en todo el país, lo que provoca que las exportaciones hayan caído en picado. A causa de ello, las existencias de este material en Europa corren el riesgo de agotarse, según una declaración conjunta emitida por una docena de grupos industriales, entre los que destacan la European Aluminium y European Steel Association.
Las consecuencias en el sector, tanto del automóvil como de la moto, no tardarían en llegar al ser uno de los mayores consumidores. Este material se utiliza para crear aleaciones de acero y aluminio que derivan posteriormente en llantas, cuadros de motos y motores más ligeros por ejemplo. Por lo tanto, si el suministro de este material falla, la industria ralentizaría aún más los plazos de creación y entrega de nuevos vehículos.
Un problema que de momento no tiene fácil solución. Lo único que puede hacer por ahora el sector es esperar a que China arregle sus problemas energéticos. Según explican desde la cabecera alemana DW, la Comisión Europea ha iniciado conversaciones con los chinos "para abordar la escasez inmediata" y asegura estar "evaluando soluciones a largo plazo para abordar esta dependencia estratégica".
En Motorpasión Moto | Probamos la Ducati Panigale V4 S: una deportiva con 215,5 CV que es aún más potente y avanzada, pero también más fácil | La historia de cómo Toprak Razgatlioglu ha culminado su venganza sobre Kawasaki para ser el nuevo sultán de las Superbikes