Acabar detenido por entrar a un supermercado con el casco de la moto puesto. Es lo que le pasó a un hombre tras un malentendido cuando entró a comprar una tienda en 2019... Y en este verano de 2023 el caso civil ha sido incluso escalado a la Corte Suprema de Apelaciones de Estados Unidos.
Esta historia es un buen ejemplo de la cautela con la que debemos ir. Aunque las intenciones sean transparentes, un casco puede provocar un auténtico malentendido y acabar frustrando la vida de una persona.
Ahora su abogado reclama 250.000 euros al ayuntamiento y a la policía
Todo se remonta al día en el que Christopher Pfaendler, que por entonces tenía 22 años (ya tiene casi 25, y sigue de tribunales) se dirigía a un concesionario de coches por la mañana. Iba equipado con su atuendo de motorista, que incluía pantalones, chaqueta, casco y un intercomunicador. Estos dos últimos elementos serían lo más importante.
Paró la moto frente a un Walmart de Arizona, se bajó y entró a la tienda, pero sin quitarse ni la mochila ni el casco. Una vez dentro, el gerente de la tienda se le acercó para pedirle que se quitara el casco de la moto. Sin embargo, en las cámaras de grabación Christopher no le hace ni caso, a pesar de que el dependiente gesticula con el fin de detenerle.
El protagonista reconoce que no escuchó al gerente ya que estaba escuchando música, así que continuó comprando sin quitarse el casco.
En ese instante el gerente llamó a la policía para denunciar los hechos. "Denunció que un hombre caminaba por la tienda con un casco de moto y una mochila. El gerente dijo a los oficiales que le pidió que se quitara el casco varias veces, pero se negó", revelan ahora.
Incluso dicen que los clientes "estaban un poco asustados". El precedente que alertó a todos, incluso a la policía, es que un día antes un hombre mató a 23 personas e hirió a otras 22 en un tiroteo masivo dentro de un Walmart en El Paso, Texas, a unas cinco horas de distancia.
Así que la policía se personó allí inmediatamente. Rodeado por cinco agentes, Christopher fue retenido y cuestionado. Él cooperó e insistió en que no escondía nada, y que no escuchó al gerente, ni siquiera notó que le llamara la atención.
Se lo acabaron llevando detenido, acusado y condenado por alteración del orden público. Tuvo que pasar 17 horas en prisión, aunque los cargos fueron eliminados. Su abogado reclama un "falso arresto" y entonces demandó al ayuntamiento y a los cinco oficiales.
Ahora su abogado sigue reclamando justicia y 250.000 dólares. En las últimas declaraciones, el pasado julio, dijo: "El caso no ha terminado, se trata de un asunto fácilmente subsanable por una cuestión técnica, razón por la cual la orden del tribunal nos da esta oportunidad. Tomaremos las medidas oportunas y continuaremos nuestro camino para obtener justicia".
"Inicialmente, los oficiales iban a darle una advertencia y sacarlo de la tienda, o ponerle una multa. Sin embargo, el tono de la interacción de los oficiales con el demandante cambió y se volvió cada vez más hostil", continúa la causa, que ahora ha sido elevada al Supremo.
Y en España, ¿puede un motorista entrar a un local con un casco? La respuesta es que sí, pero depende. No existe ninguna ley estatal que prohíba acceder a un local o comercio con el rostro tapado.
Sin embargo, sí existe el derecho a admisión a un determinado comercio. Si el dueño o titular del local exige no entrar con el rostro tapado, entonces tendremos que acatar la orden.