Después de los ríos de tinta que han corrido sobre Lewis Hamilton y Valentino Rossi sobre su duelo, ayer esperábamos que nos llegase el veredicto de saber quién era más rápido: si el italiano en el Fórmula 1 o el británico en la MotoGP.
Los dos felices con sus nuevos juguetes, pero nosotros no tanto. Al final ni fotos, ni vídeos, ni declaraciones. Ni bien, ni mal, simplemente no ha habido información ninguna y es que el organizador va a sacar provecho a este histórico encuentro, lo que nos lleva al secretismo final: imposible saber qué sucedió cuando el patrocinador se empeñó en que todo se hiciese a puerta cerrada.
Ninguno de los dos pilotos partía desde cero con sus monturas
Los pilotos se vieron las caras en el Circuito de Ricardo Tormo (Cheste, Valencia) este lunes, 9 de diciembre. El reto: saber quién era el más rápido de los dos cambiándose su oficina de trabajo rodante. Lewis Hamilton llevó la Yamaha YZR-M1, una máquina de cerca de 240 CV y 1.000 cc y Valentino Rossi el Mercedes W08 que Hamilton usó en 2017, un monoplaza que no llega a los 800 kg de peso (con piloto incluido) y que tiene un motor V6 con cerca de 1.000 CV de potencia.
Ilusos de nosotros que creíamos que veríamos los resultados el propio lunes, con imágenes a todo color y vídeos en HD. La realidad es que lo que hicieron sirvió para rodar un documental del que su espónsor común, Monster Energy, aprovechará seguramente para monetizarlo. De ahí que no se hiciesen públicas ninguna de las imágenes del momento.
Antes de la cita ya vimos a Rossi en Brackley subirse al Fórmula 1 para hacerse el asiento mientras que Hamilton probó la MotoGP durante algunas vueltas ante la atenta mirada de Morbidelli. Hamilton ya probó una Yamaha YZF-R1 de Superbike el pasado diciembre mientras que Rossi ya había montado anteriormente en un Fórmula 1 (llegó incluso a plantearse entrar en Ferrari), así que ninguno de los dos partía desde cero.
Han sido pocas las imágenes previas que hemos podido ver de estos dos genios motorizados sobre este reto y todo ha sido más bien una estrategia comercial para ponernos los dientes largos hasta que salga el documental. ¿Qué menos que alguna fotografía para ver cómo les quedaba a cada campeón el coche y la moto?
No sabemos cuánto tendremos que esperar hasta que salga el documental, pero quizás se cuele alguna foto o vídeo del momento a través de las redes sociales. Esto de guardar secretos en espacios tan amplios es más bien difícil, aunque quién sabe. Seguro que los pilotos se están mordiendo la lengua por no contar quién ganó a quién. Nosotros apostamos por Rossi.
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