MotoMadrid 2016 fue todo un éxito, y aquí os traemos nuestras fotos

Como ya os adelantamos, estuvimos presentes el pasado fin de semana viviendo en primera persona la quinta edición de MotoMadrid, el Salón Comercial de la Motocicleta. El éxito ha sido rotundo y año a año el auge de esta exposición se confirma.

Con más de 43.000 visitantes, el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo estuvo prácticamente lleno durante las tres jornadas que duró el salón. El ambiente fue fantástico, nos encontramos con muchos conocidos y disfrutamos de todas las exposiciones y actividades que las marcas prepararon. ¡Se nota que esto está creciendo!

Sí, es un salón comercial, pero poco a poco más marcas van implicándose de manera oficial en él, apoyan a los concesionarios, traen motos únicas como la Suzuki GSX-R 1000 Concept que había en el expositor de la marca japonesa, una unidad preserie de la Victory Octane o la Ducati Multistrada 1200 S Enduro que Pablo Silván (jefe de ventas de Ducati Ibérica) destapó durante la primera jornada para que pudiera verse este modelo por primera vez en España.

Con más de 240 expositores, los visitantes estaban contentos con el ambiente, con la cantidad de motos presentes, con las actividades y con la calidad de las preparaciones. Por el otro lado, las empresas y expositores que tuvieron presencia también acabaron contentos con muchas ventas y acercando sus marcas al gran público.

Lo cierto es que el viernes llegamos casi a primera hora, poco después de que se abrieran las puertas, y las colas y la afluencia eran considerables. Al entrar y comenzar a hablar con los responsables de las marcas allí presentes nos confirmaban que a los pocos minutos de comenzar la jornada ya estaban cerradas algunas ventas, y que poco después de la hora de comer del viernes algunos tenían vendido casi todos los modelos que llevaron.

Me resultó muy curioso escuchar cómo había gente que tenía claro que quería comprarse una moto, se había pedido el día libre en el trabajo y había dedicado la jornada a probarse sobre las motos, escuchar las ofertas (había descuentos más que interesantes) y decidirse allí mismo cuál llevarse a casa.

Pero no sólo había marcas vendiendo sus motos, también pudimos encontrarnos con compañeros del sector, distribuidores, aseguradoras, empresas de accesorios, todas las actividades exteriores, preparadores que acudieron al primer concurso de constructores (que ganó Demonstener) o clubes de aficionados. Buena parte del mundo de la moto de Madrid estaba allí presente.

La sensación cada año que pasa, y con este van cinco ya, es que poco a poco MotoMadrid va creciendo y consolidándose. La implicación y el interés de las marcas es cada vez mayor y, de seguir con esta tendencia, es fácil que el Pabellón de Cristal pronto se quede pequeño.

A diferencia de otros años, cuando al salir de la exposición tenía la impresión de haber estado en un concesionario sin más, no ha estado tan presente en esta ocasión. Salí muy satisfecho de mi visita, de haber sido partícipe de un evento mucho más festivo y de que poco a poco, MotoMadrid está siendo acogido con el mismo cariño por parte de los profesionales como de los visitantes.