¡Delicia japonesa! La Yamaha YZF-R1 evoluciona para la Euro 5 con 200 CV y aún más electrónica

Sabíamos que 2020 iba a ser el año de una nueva Yamaha YZF-R1, y efectivamente, así ha sido. La superdeportiva por antonomasia de Iwata vuelve a la carga cuando su estirpe cumple 21 años y lo hace dando una vuelta de tuerca al conjunto más completo que jamás ha tenido la familia.

Con una imagen evolucionada y aún más parecida a su alter ego de MotoGP, la Yamaha YZF-R1 y la R1M reciben una actualización severa para mantenerse entre las motos más competitivas de las deportivas de litro, pero sin meterse en la escalada de potencia manteniendo unos más que considerables 200 CV.

Yamaha YZF-R1: aún más extrema

Aprovechando la visita del Campeonato del Mundo de Superbikes a Laguna Seca, Yamaha ha presentado allí a su punta de lanzada para el certamen de motos derivadas de la serie. La Yamaha YZF-R1 sigue cumpliendo años con un envidiable éxito y ahora recibe una actualización para alargar el planteamiento estrenado en 2015.

Por fuera la R1 mantiene la misma filosofía del modelo saliente con unos grupos ópticos mínimos, luces de posición LED en forma de hilera y unos proyectores escondidos en la parte inferior. El carenado se vuelve más envolvente, más M1, y recibe modificaciones como unos laterales que se extienden hasta el depósito o una pieza inferior que cubre el escape realizada en titanio. Yamaha asegura que es un 5% más eficiente aerodinámicamente.

El motor es el mismo cuatro cilindros en línea de litro que ya conocíamos antes, con 998 centímetros cúbicos y el característico cigüeñal crossplane, pero adaptado a la Euro 5. Con su particular secuencia de encendido irregular, la R1 ofrece 200 CV de potencia máxima y un par motor de 113,3 Nm.

En Japón han trabajado para ofrecer una entrega de potencia más aprovechable, introduciendo unos nuevos balancines finger-follower y unas nuevas levas que mejoran el alzado de las válvulas a altas revoluciones, sin necesidad de meterse en sistemas de distribución variable como muchos pensábamos que iba a pasar.

Ahondando en las modificaciones para la Euro 5, Yamaha ha implementado una nueva admisión, con una culata nueva, inyectores Bosch de 10 orificios en distinta posición, válvulas de mariposa de 45 mm más próximas a la cámara de combustión, ángulo de pulverización más abierto, escape con cuatro catalizadores y un nuevo silencioso, además de protectores de ruido para reducir las emisiones sonoras.

Este propulsor se controla ahora con un nuevo acelerador APSG (Accelerator Position Sensor Grip). Este acelerador electrónico consta de un imán y un sensor que se encarga de mandar la ubicación exacta del puño del gas a la centralita.

Pero no acaba aquí la electrónica, porque la plataforma de medición inercial IMU de seis ejes promete un control aún más afinado, recogiendo datos de alabeo, cabeceo y guiñada a través de un acelerómetro que recoge datos 125 veces cada segundo y los transmite a la ECU.

Con ella se han incluido para esta generación de la R1 el control de freno (BC) de dos niveles y ABS con asistencia en curva. El BC1 tiene un nivel de sensibilidad fijo para el ABS mientras que en BC2 este nivel es flexible dependiendo de la inclinación: más inclinación, más asistencia. Esta asistencia se consigue modulando la presión hidráulica aplicada sobre los frenos para evitar el bloqueo tanto delante como detrás.

También se incorpora para el modelo 2020 la gestión de freno motor de tres niveles para obtener una retención alta, media o baja, a lo que se añaden un sistema de control de salida (LCS) modificado, una pantalla TFT a color que es la misma de antes pero retocada y los ya conocidos modos de conducción PWR.

A nivel de parte ciclo el chasis de doble viga de aluminio se afina con una nueva horquilla Kayaba invertida de 43 mm y 120 mm de recorrido modificada para un mejor tacto. El amortiguador de dirección y el monoamortiguador trasero también han sido retocados para adaptarse a sus nuevas aspiraciones.

El equipo de frenos mantiene un doble disco delantero de 320 mm mordido por pinzas monobloque de cuatro pistones, al tiempo que ahora de serie se equipan neumáticos Bridgestone RS11. El resto de equipamiento sigue siendo igual de excelso que antes con llantas y subchasis de magnesio, depósito de aluminio, quickshifter...

Yamaha YZF-R1M: exquisitez japonesa

Por si una Yamaha YZF-R1 no es suficiente, siempre se puede aspirar a algo más, en este caso la Yamaha YZF-R1M. Aún más equipada y más enfocada para su uso en circuito, la variante más exótica de la marca hará las delicias de los más quemados.

Las actualizaciones de la R1M incluyen una nueva horquilla delantera invertida presurizada, una Öhlins ERS NPX con cartucho de gas integrado, mientras que el monoamortiguador trasero del mismo fabricante ha sido recalibrado. Ambos se gestionan a través de un sistema electrónico centralizado y semi-activo.

La carrocería de la R1M está hecha en fibra de carbono como antes, pero ahora además se utiliza un nuevo colín realizado en el mismo material, buscando rebajar el peso, aunque con el nuevo equipamiento la cifra final es 1 kg superior a la R1 (202 kg).

Aún no se sabe el predio de estas dos maravillas japonesas, pero estarán disponibles a partir del próximo mes de septiembre de 2019.

Yamaha YZF-R1 2020 - Ficha técnica