En Europa ya estábamos de luto por el fin de la Suzuki GSX-R 1000, anunciado en 2022. Llevamos ya casi un par de años sin ella, pero teníamos algún atisbo de esperanza en recuperarla, teniendo en cuenta que en Asia y América se seguía vendiendo... Hasta ahora.
La moto acaba de ser descontinuada en Japón. Y es la crónica de una muerte anunciada. Pero no la de la moto, que en el fondo ya lo sabíamos, sino la de un tipo de moto: las deportivas de alta cilindrada. El mundo de la moto está cambiando y somos una crónica viviente de ello.
Las deportivas de alta cilindrada van desapareciendo poco a poco
Suzuki retiró de su catálogo a la mítica GSX-R 1000 a finales del 2022. El paso de la Euro 4 a la Euro 5 provocó que el modelo se descontinuase, no se pudiese vender y Suzuki no quisiese renovarla. Pero quedaba una esperanza: en Japón continuaba su producción y venta. Esa esperanza se acaba de desvanecer.
Ahora ya no. 38 años después, Suzuki ha decidido matar a la GSX-R 1000 también en Japón. El modelo R dejará de fabricarse en su país de origen, en Japón, y aunque todavía se comercializa en Estados Unidos y otras partes de Asia, si la producción cesa en casa, no llegará a otras partes del mundo.
Que hasta en Japón se descontinúe este modelo supone una lectura mucho más profunda que la mera actualidad. En 2022 no nos dábamos cuenta porque la GSX-R era la única que decía adiós. Pero es que en 2024 ya no es solo esa deportiva: la Yamaha R1 también ha desaparecido. La crónica de la muerte anunciada es la de las deportivas de alta cilindrada y potencia.
Ya lo avanzaba un director de Yamaha en Reino Unido: las deportivas de alta cilindrada ya casi no tenían público (es decir, ventas), y para las marcas no eran rentables. La persecución en las calles (y con razón) ha hecho que este tipo de motos sean únicamente aprovechables en circuito... Pero sobre todo, el prohibitivo precio que tienen, más de 20.000 euros.
En su lugar, motos más baratas y aprovechables son la solución. Las deportivas de 1.000 cc están muriendo poco a poco; aquí tenemos la prueba. Cada vez hay menos, y en su lugar están llegando otras opciones de menor cilindrada y más económicas como la futura Yamaha R9 o la Honda CBR600RR.
A Honda tampoco le queda mucho en el redil de las motos de gasolina. Los japoneses han anunciado una flota eléctrica de aquí a 2040. El panorama se va desmontando poco a poco, y estamos siendo testigos del desmoronamiento de un sector que vivió su esplendor a finales del siglo pasado. En los chinos puede estar la salvación.