Personalmente creo que Suzuki tiene un problema que magistralmente ha convertido en una virtud. Me da la impresión de que en muchos casos llega tarde respecto a la competencia cuando desarrolla un modelo nuevo o se interna en un segmento en el que hasta ahora no tenía presencia. Pero es capaz mientras tanto de seguir contando con un buen respaldo de ventas y comentarios positivos en cuanto a relación calidad/precio.
Por poner un ejemplo, su nueva Suzuki GSX1000S llegaba cuando ya el resto de las marcas habían lanzado una naked derivada de una deportiva hace años, algo que sobre el papel tampoco es demasiado difícil de desarrollar (nuevo mapa de inyección para una curva llena en medios y menos potente, postura más cómoda, cotas menor radicales y poco más).
En menos de 15 días tendrá lugar el Salón EICMA de Milán y en él se espera ver la nueva saga GSX-R. Al igual que Honda, han ido alargando su presencia sin cambios porque, primero, las deportivas no se vendían y segundo porque aun así, seguían contando con relativo éxito y fama entre sus usuarios.
La foto que aparece en portada es la imagen de la escultura que mostró Suzuki en el Salón de Tokio y que en teoría muestra las líneas maestras. Las formas sin embargo no concuerda con lo que publicó Young Machine en el verano junto a una posible Suzuki GSX-R250 (de nuevo llegaría tarde también con este modelo) y que podéis ver justo sobre estas líneas. Se esperan además otras novedades de las que ya hablamos.
No es la primera vez que Young Machine lanza imágenes de un modelo que luego no va a ser así. Hace poco lo hicieron con la Kawasaki ZX-10R que en teoría iba a ser como la H2 pero que a la hora de la verdad no deja de ser una evolución de la actual.
Jose María Pradera nos preguntaba sobre la nueva Suzuki y a la vista de la escultura, mucho nos tememos que no será tan radical de aspecto como muestra la revista, sino algo más continuista. Eso sí, esperamos que los apuntes a que rozaría los 200 cv y contaría con un motor dotado de distribución variable sean ciertos, ya que entonces la espera seguramente habría merecido la pena por el salto tecnológico.