Mucho ojo a lo que Honda tiene entre manos. Las últimas patentes encontradas en un registro público han hecho saltar las alarmas, y son inconfundibles. Bajo el proyecto 'Type X' los japoneses parecen que planean retomar una vieja idea: la CBX1000 de seis cilindros.
Y no es una imaginación ni una conjetura. Es lo que muestran los modelos de moto registrados en la patente. Tal es el nivel de detalle que no deja nada a la imaginación... Y a más de uno le entrará por el ojo nada más verla, especialmente a los más clásicos.
En Japón aseguran que la moto, el proyecto 'Type X' regresará en 2024
No hablamos de un concepto, sino de una moto que a todas luces parece que llegará a fin de año. El evidente aspecto neoclásico de esta deportiva con corazón mecánico de seis cilindros en línea es llamativo. Es un viejo proyecto que nació en 2010, revivió en 2018 y en Japón aseguran que en 2024 llegará por fin.
El aspecto de esta neoretro nos recuerda vagamente a una moto mítica en la casa tokiata: la Honda RC166 de 1966, también por la construcción del bastidor. Aquella moto tenía seis cilindros y cubicaba 250 cc; pues parece que Honda está a la caza de los viejos entusiastas, pero reviviendo otro viejo concepto a la par: la primera CBX de 1978.
¿Nos cuadra? Totalmente. Sabemos por otras patentes registradas que Honda está trabajando en actualizar su CB1000R, o incluso sacar una versión de ella basada en la Hornet. También barajaban una versión scrambler. y cualquiera de ellas podría ser la que vemos en la foto.
Un propulsor de seis cilindros posiciona a Honda con la vieja mentalidad de más revoluciones, más potencia. Lo mismo que hicieron en los '60 con sus motos de GP de seis cilindros.
Sin embargo, el seis cilindros de la imagen parece totalmente desproporcionado en comparación con el desmesurado tamaño que tenía en las antiguas motos. Las diferencias pueden venir por la refrigeración, que permiten compactar la distancia entre cilindros y hacer un propulsor más estrecho.
Entre otros detalles llamativos, los tubarros de escape, seis que se dividen en tres a cada lateral; las aletas de refrigeración como la de la CBX original o un posible sistema de sincronización variable de válvulas por los raros dispositivos que podemos ver en los extremos de los árboles de levas.
Hay muchas más pequeñas pistas: el neumático es ancho, lo que nos indica que no será una moto pequeña, sensores de ABS delante y detrás, una matrícula con reflector legal, intermitentes delanteros y traseros.
Tampoco es una moto vieja, pues trae horquillas invertidas, frenos radiales modernos, cuatro faros LED y aletas al estilo MotoGP encima del radiador. No es solo un viejo proyecto, sino que está actualizado y nos ofrece bastantes indicios de que planea debutar pronto.
Será difícil agudizar la espera y saber qué es lo que va a pasar finalmente. Especialmente llamativo es que Honda se atreva a sacar una moto tan peculiar, porque a todas luces, es una decisión atrevida. ¿EICMA de este año, el archiconocido Japan Mobility Show 2023? Nos mantenemos ojo avizor con esta maravilla.