Ya sabemos que en Estados Unidos se las gastan a lo grande. En las motos también, y hoy no hablamos de producto nacional como las Harley-Davidson, sino más bien de una Suzuki Hayabusa que nos cuesta diferenciar entre una moto o una nave espacial.
Esta obra de arte está siendo imbatible en Estados Unidos, literalmente. Nadie puede con la Gen3 Hayabusa Pro Stock Motorcycle que corre en la clase NHRA del mismo campeonato... Y se pone a algo más de 300 km/h. Físicamente es un portento.
Su motor rinde más de 400 CV de potencia a 14.000 vueltas
Las motos de drag han ido avanzando mucho en la última época. Esta es, probablemente, una de las más avanzadas hechas hasta el día de hoy. La Hayabusa Gen3 ha sido revestida con la ingeniería de las 'drag-race', y lo que ves no es más un carenado escaneado utilizando una impresora 3D y programas avanzados de diseño.
Primero pongámonos en contexto. La Pro Stock Motorcycle de la NHRA es una clase de carreras de drag race en Estados Unidos que lleva disputándose desde 1987. Es posible ver a Suzukis GS enfrentarse a motos de Buell, Harley-Davidson V-Rod dándolo todo... Llamativo cuanto menos. El equipo de 'Vance and Hines' es uno de los más legendarios de la categoría que lleva ganando desde hace años.
A ellos pertenece esta Suzuki Hayabusa de nueva construcción que nada más pisar la pista consiguió un nuevo récord de velocidad: 323,68 km/h en solo 6.754 segundos.
Lo que hace a esta moto especial es que es muy larga y baja. La Hayabusa ha sido completamente reformada a nivel aerodinámica, con esas branquias laterales que sobresalen en la parte trasera y el respaldo del asiento en forma de cabeza de cobra. En la parte delantera el carenado se adelanta para acoger la fina rueda de 10 pulgadas. Todo con el único fin de mantener la moto pegada al suelo.
Esas dos branquias laterales no son más que dos ejes de salida integrados en el propio carenado, que se convierten en extra largos y se apoyan sobre el cojinete de balancín en el propio bastidor. La larga distancia entre ejes hace una moto más estable, y contrariamente de lo que se podría pensar, no tiene nada que ver con evitar los caballitos, sino mantener la rueda delantera en el suelo.
Naturalmente que la moto no solo está preparada por fuera. Sus entrañas mecánicas han sido ajustadas al milímetro y han pasado a dar la friolera de más de 400 CV a 14.000 vueltas. También utilizan una caja de cambios 'seamless' como en MotoGP que pueden montar y desmontar en unos segundos para hacerle el mantenimiento.
El chasis también es construido especialmente para la ocasión, así como las cotas internas del motor retocadas; culata de 16 válvulas, diámetro de admisión modificado, escape, incluso unas levas ligeras similares a las que se utilizan en la F1.
Estos motores 'billet' no tienen refrigeración, sino que el calor que se genera en las carreras lo absorbe la propia pasa del motor y se enfría con ventiladores.
Ver la moto en acción es pura poesía. Sus actuaciones no duran más que unos segundos, suficientes para hacer disfrutar al público yanqui... Porque como bien reza el dicho: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". En menos de 7 segundos la carrera está despachada.