Con cada nueva incorporación que conocemos del proyecto Yard Built de Yamaha tramos una moto más próxima a nuestros cánones de belleza y que mejor define lo que sería una moto utilitaria de aspecto retro. Claro que partiendo de la Yamaha SR400 esa imagen retro no es muy difícil conseguirla, pero desde ItroCkS!bikes han sabido ir un paso más allá del aspecto original.
El resultado que vemos en las fotos procede de la colaboración entre la rama portuguesa de Yamaha Motor Europe, la revista Motociclismo y el taller custom que ya conocimos con la Yamaha XJR 1300 CS_06 Dissident hace unas semanas. Y sólo puedo seguir descubriéndome ante ellos por la elegancia de su trabajo.
En palabras de Shun Miyazawa:
Osvaldo y Alex han vuelto a usar toda su magia para crear otra pieza inconfundiblemente “itroCkS!bikes”, una re-interpretación de un modelo clásico Yamaha. Parece que son capaces de dar forma a un conjunto monocasco impecable para cualquier Yamaha. La ingeniería es realmente impresionante. Además, para nosotros resulta muy importante que no se haya perdido ni un ápice de la capacidad de la diversión, facilidad de conducción y personalidad de la SR400.
Y es que el principal detalle de este diseño es el conjunto monocasco que une depósito, asiento y colín en una única pieza. Diseño que los portugueses denominan cariñosamente "bacalhau" ya que se asemeja al pescado que tan presente está en la gastronomía del país vecino.
En el resto de la moto destaca el nuevo basculante trasero, realizado en tubo y que aloja una suspensión con un único amortiguador en vez de los dos originales. Este basculante ha obligado a reformar el chasis, algo que parece que va en contra de la idea del proyecto Yard Built, pero que viendo el resultado parece más que justificado.
El asiento es otra pieza diseñada y fabricada con todo el mimo del mundo, en él se utiliza cuero de alta calidad con costuras reforzadas. Los neumáticos Bridgestone utilizados son de medidas 100/100-18" para aportar equilibrio entre ambos ejes.
En la parte mecánica no se ha tocado casi nada, tan sólo se ha mejorado la admisión de aire y el sistema de escape, que se creó desde cero y utiliza aluminio y acero inoxidable.
Lo más destacable del conjunto es la pintura bicolor, que deja un lateral en color rojo y el otro en color amarillo. En ambos lados encontramos detalles en blanco y negro. Con esto se ha buscado expresar las diferentes identidades de las empresas que han participado en el proyecto.
Viendo este trabajo me pregunto a qué están esperando en Yamaha para sacar una moto así al mercado. Porque este proyecto Yard Built está muy bien, pero los aficionados queremos motos que podamos comprar, a un precio razonable, y que nos ofrezcan una imagen personal sin tener que volvernos locos con una homologación o transformaciones lejos del encaje en nuestra legislación.
Vía | Yamaha Motor Europe