No hay más que pasarse por los comentarios de la noticia de la Yamaha XSR700 para darse cuenta de que el diseño no es precisamente el mayor fuerte de esta última obra de Yamaha. Si bien puede resultar una magnífica moto dada su base de MT-07, lo cierto es que su imagen ha conseguido más caras de poker que bocas abiertas. Tanto es así que algún que otro periodista, tras haberse basado en la nota de prensa sin fotos cuando la noticia aun estaba embargada, se llevó un buen chasco al acceder a la galería. Sea como fuere, hoy vamos a ver cómo sí que se puede hacer una versión retro elegante y atractiva basándose en una moto actual.
Vamos a tomar dos motos para nada convencionales, una KTM 525 EXC y una Honda FMX 650. Dada la configuración y orientación supermotard de estas dos máquinas, no tenemos la mejor geometría para tener un máquina típica vintage, pero ya veremos cómo lidiamos con ello. En primer lugar, vamos con la KTM 525 EXC. Quiso la casualidad que poco después de que Yamaha presentará su XSR700, me encontrara en Facebook con una obra mucho menos conocida del preparador italiano, Trevi Carrozzeria. Lo que tenéis tras el salto es una la KTM SM 450 Classic Series, una moto que vio la luz, ya acabada, el pasado viernes y que estoy seguro comenzará a moverse con rapidez por foros y webs.
La idea de realizar esta KTM surge de un diseño de Oberdan Bezzi que data de 2008. Los colores están inspirados en los que lucía la marca austriaca durante el Campeonato del Mundo de 1977 cuando, Guennady Moiseev, cosechó el título de 250cc para los alpinos.
A pesar de utilizar la base de una KTM EXC 525, no apreciamos ningún signo destacable que nos chive que estamos ante una moto insólita, más allá del hecho de ser una supermotard, claro está. El radiador en negro, del mismo color del chasis, el escape y los protectores de las horquillas, se camufla entre depósito y motor. De hecho, lo único que no termina de cuadrar son las ruedas lisas, que choca con la estética motocross. Algo, por cierto, que tiene fácil solución y que fue ya tenido en cuenta en el boceto original.
En segundo lugar, la Honda FMX 650 que tenéis en portada y que su creador, Pedro Oliveira, ha apodado "Muxima", que significa "corazón" en Kimbundu y es además una ciudad en Angola. El objetivo era reflejar las sensaciones de conducción que uno experimenta por las carreteras de la localidad, en especial en dirección al Parque Nacional de Quiçama. Se recortó y modificó el subchasis, adaptó un depósito de Honda al chasis y disminuyó el recorrido de las suspensiones. Se simplificó el sistema eléctrico y cableado y para dar el toque retro se usaron colores pardos en sincronía con la naturaleza y el cuero del nuevo asiento.
Como apuntan en BikeExif, el resultado es simplemente sublime. Una moto bellísima, apta para uso en asfalto pero a la que no le asusta, para nada, encarar caminos embarrados.
¿Qué ha pasado con la Yamaha XSR700?
Es difícil de entender como Yamaha, con todos los recursos que tiene a su disponibilidad, no ha conseguido sacarse algo tan atractivo como la Yamaha MT-07. Es cierto que la base de este bicilíndrico de 75cv es perfecto para la popular naked o una versión más rutera, como cabe esperar que presenten en Colonia o en Milán, pero habría que haber hecho un trabajo más profundo para montar una moto que pueda competir, cara a cara, con la Scrambler de Ducati, que ya es la Ducati más vendida del año.
Aunque la MT-07 es una moto relativamente ligera y estrecha, la altura del asiento se va más allá de los 800mm. El principal problema es que aparentemente Yamaha no ha realizado modificaciones en el chasis y sólo se ha cambiado el subchasis para adaptarlo a su nuevo asiento. Así, cuando los nipones sustituyeron el futurista depósito de la MT por el de aluminio de línea clásica, se encontraron con que la altura general de la moto subía como la espuma.
Luego nos topamos con la imagen del motor al desnudo. En el caso de las Master of Torque, ya tenemos un estilo "transformer" muy notorio pero dado el diseño general, el resultado es una moto atractiva y agresiva con cierto toque de chica mala. Sin embargo, no pega en absoluto ver ese toque futurista del motor junto a la herencia retro.
¿Cuál será el resultado? El tiempo dictará sentencia, pero sospecho que se venderá muy bien gracias a un precio competitivo. Si Yamaha es capaz de mantenerla en la línea de la MT-07, el cliente objetivo de la Scrambler tendrá ahora una moto de semejantes prestaciones por casi 3.000 euros menos. Por otra parte, estoy convencido de que una vez la veamos en vivo y nos subamos a ella, las sensaciones serán muy distintas a una primera impresión algo decepcionante.
Fotos vía | BikeEXIF