Siete ventajas de practicar offroad que te hacen un motorista más seguro en carretera

El offroad es una disciplina del motociclismo que a estas alturas no necesita mucha presentación. Basta con recordar que se practica fuera del asfalto y de ahí viene su nombre. Sin embargo, el hecho de que consista en llevar motos sobre tierra no implica que no nos ayude también a la hora de conducir sobre el asfalto.

Solo hace falta observar a los pilotos de élite para saber que algo deben aportar estas disciplinas para ser mejor sobre la moto. Si “extraterrestres” de la talla de Marc Márquez o Valentino Rossi basan gran parte de su entrenamiento en pilotar motos sobre tierra será por algo… Pero exactamente, ¿qué aporta el offroad a la hora de conducir sobre pavimentos asfaltados?

1. Estar acostumbrado a la falta de agarre

Efectivamente, el punto principal en el que mejoraremos practicando el offroad es el de la gestión del agarre en distintas situaciones. Por mucho que nuestra moto de campo esté bien puesta a punto de suspensiones y por mucho que nuestros neumáticos sean los mejores, al conducir fuera de asfalto la moto tendrá menos agarre que al hacerlo sobre él.

Lamentablemente, el en día a día quien más y quien menos tiene que circular sobre carreteras en mal estado, con zonas deslizantes o con suciedad que impiden un correcto funcionamiento de los neumáticos. No es nada inusual encontrarse con tierra en una rotonda o en cualquier curva si te mueves en moto de manera frecuente.

2. Mantener la calma y el control de la derrapada

También es bastante normal que al encontrarnos en esa situación, nuestra moto tienda a derrapar. Para los que nunca han derrapado con su moto, esa sensación puede hacer sentir miedo o al menos un gran sobresalto. Ese es precisamente nuestro peor enemigo en una situación así, el miedo. No porque vayamos a quedar como cobardes, porque eso no es cierto. El miedo es nuestro mayor enemigo porque nos impedirá reaccionar de la manera correcta.

Sin embargo, si hemos practicado en mayor o menor medida el offroad, estaremos más que acostumbrados a que la moto derrape de atrás, de adelante y de todas las maneras posibles. De hecho, sobre tierra, lo realmente raro es que tengamos tracción completa en algún momento, incluso en las rectas. Habernos enfrentado antes y de manera continuada a esa sensación nos hará reaccionar con naturalidad e integrar perfectamente ese tipo de situaciones en nuestra conducción sobre asfalto.

Esa es precisamente la enseñanza que sacan los pilotos de élite de sus entrenamientos en dirt track, motocross e incluso el enduro. El concepto es el de adiestrar a su cuerpo y a su cerebro para que la sensación de ir al límite del agarre y perdiendo constantemente el apoyo de los neumáticos se convierta en la normalidad. De esta manera, al replicarse esa situación al subirse a sus motos de competición, estarán tan acostumbrados que no les supondrá ningún inconveniente.

3. Conseguir un gran tacto y control del gas y el freno

El otro gran aspecto en el que practicar offroad te convierte en mejor conductor es el gran control y tacto que te aporta sobre el acelerador y el freno. Las motos de offroad son motos mucho más sensibles que las de carretera y perdonan mucho menos. Es realmente fácil bloquear la rueda delantera si te pasas ligeramente al aplicar la presión sobre la maneta de freno. Igualmente, es muy fácil pasarse con el gas y ver como la rueda de atrás intenta adelantarte mientras estás inclinado.

Conseguir esa suavidad y ese tacto extra a la hora de gestionar la frenada y la aceleración puede suponer en muchos casos del día a día urbano la diferencia entre irse al suelo o no hacerlo. Sobre todo en condiciones de lluvia o de bajo grip de la carretera.

A pesar de que las motos actuales vienen cada vez más dotadas de sistemas de asistencia que nos ayudarán en esas situaciones, como el ABS o el control de tracción, su efectividad en algunos casos no es del 100% y si nosotros aportamos también nuestra habilidad a la ecuación, el resultado siempre será más favorable.

4. Aprender a moverse encima de la moto y compensar sus movimientos con el cuerpo

Pero no todas las ventajas se basan en la experiencia frente a las situaciones límite en las que saber gestionar la falta de agarre es esencial para evitar accidentes. Las motos de campo también aportan otras ventajas en cuanto a la conducción normal.

Si habéis practicado motocross o enduro, habréis notado que la moto en ningún momento para de moverse. Ya sea acelerando, en el paso por curva o en la frenada –por no hablar de los saltos y los baches- la moto nunca estará “quieta”. La sensación más parecida será la de estar montado en una lavadora que no cesa de retorcerse, vibrar y sacudirse constantemente.

A parte de estar acostumbrado ante posibles movimientos bruscos de la moto, esto nos lleva a trabajar constantemente la posición del cuerpo sobre la moto para tratar de neutralizar estas sacudidas. Es muy común ver a usuarios por carretera que parecen estatuas sobre su moto y no varían su posición bajo ningún concepto. Ojo, que no estamos hablando de descolgarse y tocar con la rodilla en el asfalto, no. Saber moverse encima de la moto es muy importante.

Estamos hablando de colocar correctamente el cuerpo ante las distintas situaciones. Saber cómo colocarte sobre la moto para evitar posibles sacudidas al acelerar, cómo moverte sobre el sillín para conseguir una mejor transferencia de pesos a la hora de enlazar curvas o como cargar o descargar el tren delantero y trasero según nos convenga es algo muy provechoso también.

5. Ejercer fuerza sobre las estriberas

Hacer fuerza sobre las estriberas con los pies una de las formas de mejorar el control de la moto y hacerla girar mejor o mantener trayectorias de manera más sencilla. En el offroad hay que utilizar mucho las piernas y hacer fuerza con ellas para poder ir rápido y eso se puede trasladar al día a día de manera sencilla.

Si en lugar de llevar simplemente apoyados los pies sobre las estriberas las usamos como punto de apoyo, el resultado será sorprendente. Sin hacer prácticamente esfuerzo, la moto tenderá a girar hacia el lado sobre el que apliquemos la presión. También nos ayudará a mantener más controlados todos los movimientos de la moto y lo que es más importante, que no se mueva independientemente a nosotros.

6. Mejora el equilibrio y el control a baja velocidad

Algunas disciplinas como el trial o el enduro también nos ayudarán a que nuestro equilibrio aumente de manera significativa. En estas especialidades, gran parte del tiempo se pasa a baja velocidad, por lo que su técnica nos ayudará a la hora de circular despacio sobre todo en las ciudades y callejeando.

Controlar bien el peso y nuestro balance para que aunque vayamos a muy poca velocidad la moto no se nos vuelque ni haga movimientos extraños nos ayudará mucho en el día a día, sobre todo si usamos motos pesadas. Si controlamos el equilibrio, hacer giros cerrados sin perder la estabilidad no será un problema nunca más.

7. Mejorar nuestra condición física

Pero no todo es cuestión de técnica. Quien haya probado el offroad tendrá que reconocer que a nivel físico es uno de los ejercicios más exigentes. Poder controlar una moto de campo en cualquier situación y a un buen ritmo nos exigirá una buena forma física y nos ayudará a conseguirla si estamos un poco bajos de aguante.

En cualquier caso, mancharse de tierra de vez en cuando es uno de los mejores entrenamientos que se puede tener para convertirse en un gran conductor en cualquier circunstancia. Tanto es así que en los últimos tiempos están aflorando distintas escuelas cuyo objetivo es el de enseñar a sus alumnos a trabajar sobre tierra.

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