En la mayoría de pueblos y ciudades de nuestra geografía, sobre todo en el sur de la península, tienen lugar en estas fechas las tradicionales procesiones de Semana Santa. Esto no tiene mucho que ver con nuestro mundillo, más bien nada, salvo un pequeño detalle, que es la inseguridad que nos crea la cera, de los cirios y velas, derramada sobre las calles durante las procesiones.
Por si los usuarios de motocicletas y ciclomotores no tuviésemos bastantes trampas en nuestras ciudades, tenemos que añadir esta a las del tipo deslizante. Además, las procesiones suelen tener sus recorridos en la zona centro del pueblo o ciudad, que en muchos casos tienen por firme empedrados antiguos, combinación letal para el agarre de nuestros neumáticos. Si a ello añadimos, por el año tan lluvioso que llevamos, que todavía no estamos libres de que nos caiga un chaparrón cuando circulamos por nuestra localidad, creo que deberíamos pensarnos lo de instalar un par de ruedas auxiliares más.
Bromas aparte, es un tema serio al que no se le da la importancia que tiene. Hace años, con mucha menos experiencia de la que tengo ahora, sufrí en mis nervios (no llegó a las carnes), un pequeño susto por este motivo a la hora de frenar mi moto, aunque no sé si me asuste más por ver el aterrizaje forzoso que se avecinaba, o por ver como mis pies bajaban al suelo a una velocidad que desconocía, digna del mismísimo Hussain Bolt.
Por suerte, es un problema puntual de estos días festivos, ya que con el paso de los días y los vehículos, esta molesta cera va desapareciendo de la calzada, y en algunas localidades, es retirada por los servicios operativos. Eso sí, no todos los ayuntamientos son conscientes del problema de seguridad que se ocasiona y toman medidas especiales de limpieza tras la Semana Santa. Por tanto, en estos días debéis extremar las precauciones al circular por zonas donde ha habido procesiones, sobre todo a la hora de frenar, ya que resbala más de lo que os imagináis. No me gustaría que tuvieseis una pequeña caída por no ser conscientes de ello y pasaseis a ser vosotros los que llevaseis la procesión por dentro una temporada.