Moto y verano, verano y moto. Es la combinación perfecta para todos aquellos que disfrutamos de la época y nuestra máquina de dos ruedas. Sin embargo, hay que tener una serie de precauciones y sobre todo, prestar atención a algunos detalles legales para evitar multas, y añadir un plus de seguridad.
Especialmente este verano, que el clima es anormalmente caluroso y parece traer temperaturas sin precedentes, lo que puede ser peligroso y dificultar las acciones más comunes cuando vamos encima de la moto. Coge boli y papel y apunta.
Cuidar el equipamiento, llevar un chaleco refrigerante, el asfalto... Ojo a todo esto.
La DGT comparó en su día circular en moto a 35º centígrados con circular con una tasa de alcohol de 0,5 g/l. Aunque la comparativa es chocante, es un indicio para hacernos la idea de cómo nos afecta el calor encima de la moto.
Una de las fotos más habituales es la de ver a motoristas en chanclas, especialmente en rutas cortas que suelen transcurrir en ciudad, para ir a la playa o cualquier otro corto recorrido. Entonces, nos surge la duda, ¿pueden un agente multarte por ir en chanclas en moto?
La respuesta es que depende. Si consultamos los artículos 17.1 y 18.1 de Reglamento de Circulación, se especifica que "los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos" y que "los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos".
Ahora bien, a juicio del agente, si en una moto de marchas vamos con chanclas, podría justificarse como una dificultad para operar el cambio. No así cuando vamos en scooter. Es raro que suceda, pero de hacerlo, la multa será de 80 euros sin pérdida de puntos.
En cualquier caso, el sentido común nos dice que en moto hay que ir siempre bien equipados con ropa técnica. Y ahí encontramos una buena recomendación: buscar ropa adecuada para el verano.
Existen todo tipo de prendas microperforadas y transpirables que permiten ventilar sin comprometer la seguridad y cuentan con protecciones. Hablamos de chaquetas, guantes, pantalones y hasta botas (de caña corta) que permiten disfrutar de la moto, ir algo más frescos y sin necesidad de ir inseguros. Porque como bien se dice popularmente, "yo voy equipado hasta para ir a comprar el pan".
En los últimos años, la tecnología ha avanzado mucho, y no solo existen chalecos airbag. Los utilizan hasta en competición, y hablamos de los chalecos refrigerantes. Su precio suele estar entre los 50 y los 100 euros, y es una prenda interior ideada para ser llevada bajo la chaqueta protectora. Y merece mucho la pena.
Un accesorio extra que te vendrá muy bien este verano es el que tiene que ver con tu casco: una pantalla oscura. Llevar gafas de sol en el casco puede ser un engorro (aunque algunos ya vienen preparado para ello), así que sustituir la transparente por una oscura puede ser todo un filón. Aquí tienes una guía, porque no siempre es legal.
No sobra decirlo: olvídate de la moto en las horas más calurosas del día, porque como decía el dicho, "a quien madruga, Dios le ayuda". Salir en las horas más suaves a primera hora es lo mejor, así como a la caída del atardecer. Además, ve siempre bien hidratado.
Uno de los últimos consejos que te podemos dar es el que tiene que ver con el cuidado de la moto y el asfalto. Por un lado está la moto; como tú, también sufre las consecuencias de las altas temperaturas. Así que no aprietes demasiado el puño de gas, porque ese flujo de aire también recalará en ti y las altas temperaturas constantes sabemos que dañan el motor, aunque estén preparados para soportar altos márgenes.
Recuerda que la temperatura recomendable es de unos 75º C (que es improbable en verano), y que el límite máximo de temperatura que puede alcanzar el líquido refrigerante suele rondar los 105 °C.
En cualquier caso, deberías revisar que las entradas de aire están limpias y sin obstrucciones, así como el líquido refrigerante está en un nivel adecuado. Recuerda que este último protege el motor ante temperaturas extremas, por lo que conviene comprobar su estado y nivel antes de salir.
El asfalto puede pasarte una mala jugada. Con el calor extremo, el material utilizado constituido principalmente por asfaltenos, resinas y aceites puede llegar a descomponerse levemente por el calor, provocando una capa resbaladiza, pegajosa y muy peligrosa. Mira por dónde andas, hazlo con cuidado y evita las horas más calurosas del día.