Golpe de efecto en Francia. La Asamblea Nacional ha aprobado la abolición de las Zonas de Bajas Emisiones (ZFE), un sistema que restringía el acceso al centro de muchas ciudades a vehículos antiguos y contaminantes, como en España. Pero allí, los galos se la acaban de cargar.
La medida, impulsada en su día por el Gobierno de Emmanuel Macron, tenía previsto ampliarse este año a todas las áreas urbanas con más de 150.000 habitantes. Pero un giro parlamentario inesperado ha cambiado las reglas del juego.
Todavía existe la posibilidad de que sigan en pie
La enmienda fue propuesta por el diputado Pierre Meurin, del partido ultraderechista Agrupación Nacional, y salió adelante con 275 votos a favor frente a 252 en contra.
Lo llamativo: parte del propio partido de Macron se sumó al bloque de la derecha y la ultraderecha para respaldarla. Se enmarca dentro de una Ley de Simplificación más amplia, cuyo objetivo es reducir la carga administrativa tanto a ciudadanos como a empresas.
Pero más allá del procedimiento, lo que ha encendido el debate es el mensaje de fondo: muchos consideran que las ZFE penalizan a quienes menos recursos tienen, obligándolos a renunciar a sus vehículos o pagar por alternativas que no pueden permitirse.
El escritor Alexandre Jardin, creador del movimiento "Les Gueux" ("Los mendigos"), lo resumió así: "La ecología se ha convertido en un deporte de ricos". La frase ha retumbado en toda Francia; y hasta en España, porque aquí también nos ha llegado.
Sin embargo, la medida aún no es definitiva. El texto debe pasar ahora por una comisión mixta de diputados y senadores que podría tumbar la enmienda o dejarla fuera de la versión final. Incluso existe la posibilidad de que el Consejo Constitucional lo bloquee por considerarlo ajeno al objeto principal del proyecto de ley.
Mientras tanto, los motoristas y automovilistas británicos (y europeos) que viajen a Francia deben seguir llevando su distintiva etiqueta Crit’Air. Como recordó un portavoz del RAC, “todavía hay muchos obstáculos políticos por delante” antes de que las ZFE desaparezcan oficialmente. Así que, aunque el voto en París marca un cambio de rumbo, la guerra de las pegatinas todavía no ha terminado.
Imágenes | Motorpasión Moto