Lotus y motos es algo extraordinariamente especial. Encontrar una es rarísimo. Fue una idea de un particular diseñador (Daniel Simon), que hace ya unos cuantos años tuvo la extravagante idea de crear su propio moto bajo el nombre de Lotus C-01. Del papel a la realidad, pero en formato de 100 limitadísimas unidades.
En pleno 2024 todavía queda alguna de estas motos circulando en el mundo. Y lo mejor de todo es que se va a vender en una subasta muy especial.
200 CV para 180 kilos es una bestialidad
Decir Daniel Simon en el mundo de la industria de las motos es evocar a una de las grandes autoridades en diseño. Su nombre es artífice de otras motos, como las de la película 'Tron: Legacy', o de estas rarísimas Lotus C-01.
Su diseño es obra de Simon, pero la idea intelectual de la moto es de Kodewa and Holzer, la empresa alemana que las fabricó, y que también se dedican a crear coches de carreras. Luego, fueron vendidas por Lotus bajo su propio nombre; de ahí que sean tan especiales.
La Lotus C-01 es una bestia que encarna el gusto por lo clásico. Muy Lotus. Tiene un aspecto alargado, con un prominente carenado que cubre todas las entrañas del motor, con unos semimanillares muy bajos y una posición de conducción agresiva. Es algo a medio camino entre una muscle bike, junto con una café racer, una moto futurista y un aderezo de naked.
El motor es un viejo conocido, el bicilíndrico de 1.195 centímetros cúbicos evolucionado de la KTM 1190 RC8R. Una potencia de 200 CV para mover el conjunto de cerca de 180 kilos. Tiene una buena parte ciclo, conuna horquilla delantera invertida, y una frenada confiada a Brembo. Y curiosamente, sin un solo cable a la vista.
De aquellas 100 unidades que salieron a la venta había varios diseños, todos ellos espectaculares, aunque unos más que otros. Una de ellas acaba de revivir, y va a ser subastada por unos canadienses. La empresa que la compró pagó por ella 140.000 dólares en su día, y ahora puede ser una buena oportunidad de hacerse con ella.
En un color negro inspirado en la librea negra y dorada que evoca a la John Player Special que decoraba los Lotus en los '80, está buscando propietario. Sus últimos postores pagaron 140.000 dólares por ella. Ahora una casa de subastas la vende, y espera sacar entre 100.000 y los 150.000 dólares, lo que es una auténtica barbaridad para una moto.