Tras haber hablado largo y tendido ayer del Schuberth SR1 y conocer todas sus características e incluso hasta los más mínimos detalles hoy es el turno de pasar a la acción. Porque un casco solo hay una forma de probarlo: poniéndoselo. Bueno, también dándote un golpe con él pero esta parte, si eso, la desechamos.
Schuberth SR1, los primeros minutos sobre nuestra cabeza
La primera sensación al ponernos el Schuberth SR1 es de claustrofobia. Pero no dentro sino en el momento que nos lo estamos colocando. Es extremadamente cerrado por la parte inferior y cuesta que entre con comodidad. Esto que es un inconveniente ahora se convierte en una ventaja a la hora de circular porque no se nos colará apenas aire por la parte inferior, algo siempre muy incómodo.
Ojo si vais a adquirir un Schuberth SR1 porque las tallas son bastante pequeñas. O mejor dicho, el casco es muy cerrado también en su interior e igual la talla a la que estáis acostumbrado no os sirve. Para muestra lo que me ocurrió a mi.
Yo uso de talla de casco normalmente una 59-60. Pedí la L que es la que correspondía y no me entraba. Pasé luego a la XL, y tampoco me servía. Pero es que la XXL, que es la mayor que hay, los primeros días me hacía hasta daño en la frente. Por suerte, el acolchado interior fue amoldándose a mi cabeza y ahora me queda correctamente. Pero visto esto, mucho ojo con las tallas. El GIVI que probamos hace unos días, era una talla 59 y me quedaba perfectamente.
Una vez colocado en nuestra cabeza, efectivamente notamos como se amolda completamente a ella. El tacto del tejido interior es muy agradable y no hay ninguna zona en la que notemos mayor presión.
La visión a través del hueco de la pantalla es correcta, y en ningún momento el borde del casco nos molesta para mirar a un lado o hacia el otro. Nos lo abrochamos de forma sencilla mediante el sistema de Doble D aunque la búsqueda del corchete en el que sujetamos el sobrante no es tan sencillo ya que está algo oculto debajo de una de las trabillas para el acolchado de la cinta que queda entre el cierre y nuestra barbilla.
Después de rebuscar un poco con la yema de los dedos lo encontramos y lo dejamos perfectamente abrochado y sujeto por lo que es hora de ponerse los guantes y operar con los distintos mandos de regulación de las ventilaciones.
Las superiores se encuentran muy sencillas ya que tener dos crestas en la cabeza no es muy común y al tocarlas con las manos sabes perfectamente como debes operarlas. La posiciones de abierto y cerrado están lo suficientemente duras para que no se abran en marcha por ejemplo por el aire o al tocarlas de forma descuidada (al guardar el casco en la funda).
Por cierto, hago una pausa para hablar de la funda. Magnífica. Grande, con un interior muy suave. Muy robusta y con cierre mediante una cuerda y un retenedor con pulsador como el de los cordones de las capuchas. Da gusto llevarlo ahí dentro guardado y lo que es más importante, protegido.
Seguimos y nos vamos ahora para la toma de ventilación frontal destinada a la pantalla. Pulsando en la parte inferior se abre y si lo hacemos sobre la parte superior, pues lógicamente se cierra. Debajo tenemos la toma con regulación para la barbilla o las mejillas.
El manejo de esta es más engorroso si llevamos la mentonera porque no podremos acceder a ella en marcha ya que queda completamente oculta. Sin ella se puede manejar sin problemas pero una vez colocada la mentonera, no tenemos espacio físico para introducir la mano entre nuestra barbilla, doblarla lo suficiente y llegar a la palanca que os mostramos ayer.
Por último la pantalla. Las posiciones prefijadas se notan robustas y es difícil que se nos cierre en marcha por el aire frontal. El bloqueo es un poco lioso al principio hasta que te recuerdas automáticamente cuál es la posición abierta que permite encajar la pantalla para luego bloquearla y cual no.
Notamos por cierto una visión muy clara a través de ella. Es rara la sensación cuando desplazamos los ojos a los extremos porque no hay apenas distorsión, tal y como comentábamos ayer. Para los que usan gafas y lentillas, digamos que la sensación es como de quitárselas y ponerse las lentes de contacto, que al principio parece que ves raro pero en realidad lo que pasa es que ves extremadamente bien.
Bien, ahora que ya sabemos manejar el casco, vámonos de ruta.
Schuberth SR1, prueba en marcha.
Después de haber probado el Schuberth SR1 en motos naked, con carenado, turísticas e incluso custom, la conclusión que saco es que es muy estable en marcha. Se nota el gran trabajo aerodinámico que han hecho porque el efecto buffering (estos movimientos rápidos del casco a alta velocidad) no existen o si existen son generadas normalmente por el aire que deriva por ejemplo de la cúpula de la moto.
Como hemos dicho, no se nota apenas la entrada de aire por la parte inferior y cuando abrimos las ventilaciones, tampoco nos llega a los ojos. En algunos cascos, el aire que se dirige a la pantalla lo hace con tanta fuerza que rebota y nos va a ellos, produciéndonos una gran incomodidad.
No he notado grandes diferencias entre llevar el alerón en la parte alta o baja, pero tampoco he tenido oportunidad todavía de ponerlo a prueba en circuito a alta velocidad. Pero seguro que algo de fuerza descendente tiene que crear ya que es pura física. De igual forma, no he notado esa tendencia ascensional de la que hablábamos ayer y que sí puede aparecer a veces en otros cascos.
Pasemos ahora al nivel sonoro. El Schuberth SR1 es muy silencioso. Aparentemente el casco más silencioso que he probado aunque no he hecho mediciones exactas que lo corroboren porque lo es una apreciación subjetiva.
Lo que sí se nota es el sistema N.R.S o de reducción de ruido. Llevarlo abierto y cerrarlo es casi como si te metiesen los dedos en las orejas. ¡PLOP! Y dejas de oír muchos ruidos, la mayoría molestos. Por supuesto es muy fácil operar sobre la regulación aunque no es algo que vayas cambiando cada poco.
Por último, corroboramos que a través de la pantalla se ve todo de forma muy nítida y con el tratamiento y el pin-lock tenemos la garantía de que no se nos empañará. Aunque no me ha llovido demasiado sobre él, la goma de la parte superior seguro que minimiza la entrada de agua hacia el interior que a veces nos humedece la pantalla y es muy incómodo.
Me imagino que estaréis ansiosos en saber el precio. Pues bien, el Schuberth SR1 en colores sólidos (blanco, negro y negro mate) viene a costar aproximadamente unos 600 €. Son las versiones más baratas. Si nos vamos al acabado Technology, el precio ya sube hasta los 700 € mientras que para los modelos Racing Line decorados, y tope de los Schuberth SR1, el precio ya se va hasta los 750 €. Estos precios son aproximados ya que podéis encontrarlo en alguna tienda algo más barato.
Personalmente (y no es que lo diga porque lo he comprado) vale cada euro que he pagado por él. Me parece que la relación calidad-precio es muy buena, de lo mejor que se puede comprar actualmente y sabemos que por algo menos de 600 € nos llevamos un casco completo, con mentonera y pin lock incluidos.
Y he dejado lo mejor para el final. Es el denominado Mobility Program por medio del cual y una vez registrado tus datos y el número de serie del modelo, en caso de que sufras un accidente y el casco sufra desperfectos, Schuberth te proporcionará otro nuevo a 1/3 del precio de venta según tarifa.
Si yo tuviese un accidente y no me pasase nada en la cabeza gracias al casco, tened por seguro que me compraría otro igual. Pero es que si encima me lo dan por 200 € en vez de 600 €, ¡cómo no lo voy a adquirir! Me parece un servicio post venta increíblemente bueno y que dice mucho de la calidad y la implicación de Schuberth en pro de la seguridad.
A modo de conclusión y en pocas palabras, sólo he notado unos pequeños defectos en el Schuberth SR1 y que son una parte inferior muy estrecha (angosta sería la palabra perfecta) que dificulta un poco su colocación, la posición del corchete para el enganche del sobrante del cierre y el no poder operar la ventilación frontal con la mentonera puesto. Por el resto, un casco y una compra magnífica y cien por cien recomendable si estás pensando en comprar un modelo de alta gama.
Nota: El casco Schuberth SR1 ha sido comprado por el editor en un distribuidor autorizado. Todos los gastos han sido asumidos por el editor. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas.
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