Tras la presentación estática a la que pudimos acudir allá por el mes de diciembre, y después de un mes de febrero pasado por el agua en el norte que nos impidió realizar las objetivas pruebas a las que estáis acostumbrados, hemos aprovechado una tregua para hacer pasar por nuestro departamento de pruebas la nueva Suzuki Burgman 125 en versión ya 2014.
Varias son las razones por las que teníamos ganas de echarle el guante. Primero, porque probamos la generación anterior (la del 2013) allá por el mes de junio y nos dejó un buen sabor de boca. Se trataba de un modelo muy equilibrado en el que no destacaba en nada en particular pero tampoco habíamos observado ningún punto flaco más allá que pequeños detalles de ajustes o la estética ya algo anticuada. De hecho, concluíamos el artículo de la siguiente forma:
De esta forma, no nos extraña que Suzuki se hinche a vender unidades ya que es una moto muy completa. Y también comprendemos que lleve tanto tiempo en el mercado sin grandes cambios porque el producto les ha salido redondo y seguramente será muy difícil hacer otro scooter que lo supere.
Suzuki Burgman 125 2014, el reto de desarrollar un modelo nuevo que supere a un ganador
4.117 unidades. Esas fueron todas las Suzuki Burgman vendidas durante el 2013 y que le permitió por méritos propios convertirse por tercera vez (2009, 2012 y 2013) en la motocicleta más vendida de todos en España tras haber llegado al mercado en el 2002.
Imaginaros por lo tanto a los responsables del proyecto el recao que les vino encima cuando le dijeron desde Hamamatsu: "chicos, hay que hacer una Burgman nueva". Y ese honor recayó en gran parte en un lugar que por desgracia ya no existe: la fabrica de Suzuki en Gijón. Un lugar donde las vio nacer y murió con ellas.
De esta forma y siguiendo casi fielmente el lema de si algo funciona, no lo toques, la nueva Suzuki Burgman 125 recibe pequeñas actualizaciones aquí y allá con lo que se consigue, en teoría, no desequilibrar lo más mínimo el conjunto. Lo que más ha cambiado es aquello que más lo necesitaba, es decir, la estética del conjunto. Mantiene las formas, pero recibe los rasgos característicos de su hermana mayor, la 650.
El frontal pierde su característica óptica delantera continua que incluía incluso los intermitentes. Ahora presenta un bifaro que contiene las luces de posición en los ángulos superiores mientras que cada uno de ellos opera de forma independiente como cruce (izquierdo) y carretera (izquierdo y derecho a la vez).
Los intermitentes pasan a estar ahora integrados en los laterales, justo en la parte inferior de los curiosos mofletes que le otorgan un aspecto curioso a la vez que divertido, y menos sobrio que antes. Así mismo, la pantalla frontal es ahora más alta y evita el tener que montar el derivabrisas superior que incluía de serie el anterior acabado Executive.
El manillar, piñas (a excepción del botón warning), manetas, quilla, plataforma y túnel inferior es casi un calco al modelo anterior. Incluso las cachas laterales con el acabado bitono son prácticamente las mismas. De esta forma mantiene la misma capacidad bajo el asiento del que hace gala (41 litros). El propio asiento es ahora ligeramente diferente. Sigue siendo en dos alturas aunque se ha revisado el relleno para hacerla más cómoda y pasa a estar a 735 mm de altura en vez de a 705 mm (antes era el scooter con el asiento más bajo si no nos falla la memoria). Además, no cuenta con apoyo lumbar independiente.
Formas del motor, escape lateral, embellecedor... de nuevo nos encontramos los mismos detalles que ya conocíamos hasta que llegamos a la parte trasera donde, al igual que en la delantera, se ha renovado la imagen en profundidad. Pasa de tener una óptica continua a una doble óptica con los intermitentes integrados pero con las tulipas fuera del plano del resto del faro. Ahora es mucho más bonita. Completa la parte trasera sendas asas para el pasajero.
Suzuki Burgman 125 2014, motor y parte de ciclo
Podíamos decir que tanto el motor como la parte de ciclo es la misma, aunque no sería justo. Principalmente es lo que ya conocimos en la anterior prueba pero con ligeros retoques para hacerla todavía más redonda. Por ejemplo, el motor sigue dando 12 cv de potencia pero la inyección se ha revisado para que esta la entregue todavía más suave y disminuya el consumo.
La suspensiones también se han retocado ligeramente en sus tarados. Sigue siendo una simple horquilla telescópica y un doble amortiguador trasero con precarga ajustable, aunque en la práctica con el filtro de aire y el escape tan cerca, es de todo menos fácil cambiar el ajuste.
En cuanto a los frenos, un disco delantero y otro trasero de 220 milímetros con pinzas de dos pistones. Y efectivamente, un error bastante gordo que han cometido la gente de Suzuki con este modelo pues si bien existe la opción de adquirirla con ABS, ya no cuenta con frenada combinada en su versión estándar. Esto quiere decir que en el 2016, cuando el ABS sea obligatorio para todas las motos, la versión más sencilla desaparecerá del catálogo (las 125 pueden contar con ABS o frenada combinada para estar homologadas en Europa a partir de ese año).
Las medidas de los neumáticos tampoco han variado como os imaginaréis, 110/90-13 56P y 130/70-12 62P, aunque pasamos de tener unos Michelin de serie a otros de la marca Tailandesa (lugar donde ahora se fabrica de forma global) IRC, Inoue Rubber Company.
Suzuki Burgman 125 2014, vida a bordo
Otro punto importante es hablar de lo que se podía denominar vida a bordo. Es decir, todo aquello que nos facilita la tarea de ir de un sitio a otro. Del hueco bajo el asiento ya hablamos, al que se accede con la llave desde la propia cerradura de contacto girando hacia la izquierda.
Como nota curiosa, el clausor ya no cuenta con la portezuela que la blinda y nos protege frente a robos, y que curiosamente puso de moda la Burgman en el 2002. Sin embargo, el hueco es mucho más pequeño que en una cerradura normal, quedando el espacio exacto para la llave y evitando que nos la puedan forzar por otros métodos.
Delante y tras el escudo, otro detalle por el que la gente está encantada con la Suzuki Burgman 125: sus dos guanteras, una superior y otra inferior con llave, que suman un total de cinco litros de capacidad adicionales. Aquí tampoco es que hayamos apreciado ningún cambio respecto al modelo anterior.
Por último, algo que si ha cambiado completamente y que es el cuadro de instrumentos. Del velocímetro central y dos esferas laterales para la temperatura y el combustible, pasamos a dos laterales (velocidad y cuenta vueltas, que antes no tenía) y una pantalla central digital para el odómetro, dos parciales, un reloj, el consumo medio y el indicador de combustible. Alrededor los testigos luminosos normales además de uno nuevo ECO que nos advierte cuando estamos realizando una conducción económica y con poco gasto de combustible.
Está claro que ganamos el reloj del cuenta revoluciones pero por contra perdemos el de temperatura que ahora es un simple testigo. La verdad es que se echa de menos sobre todo en una 125 porque es común ir a fondo largos periodos, sobre todo por carretera o autopista, pudiendo sufrir un calentón por un fallo de refrigeración y detectarlo demasiado tarde.
Con la lección aprendida, es hora de que mañana nos subamos a bordo y comprobar si todas las similitudes que presenta la Suzuki Burgman 125 2014 se mantienen en marcha.
Continuará...
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